#380 Camino Nuevo y Vivo
El Cristo Eterno, El Verbo Eterno, El Hijo Eterno, El Dios Eterno, El Hijo Prototipo, El Hijo De Dios, El Hijo Del Hombre, El Hombre Jesucristo
Explicar estos términos e identificar la realidad de cada uno de ellos, aplicados a las dimensiones eternas y al propósito eterno de Dios, requerirá algún razonamiento intelectual derivado de las Escrituras. Será necesario recibir la revelación que existe detrás y dentro de la evidencia bíblica. Sin embargo, pronto descubriremos que lo que pensábamos que era “evidencia bíblica verdadera” es sólo “tradición de la Iglesia” y que no es compatible con las Escrituras.
1Cor 1:3 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
A medida que caminamos y compartimos en varios lugares sospechamos que hay una cierta confusión entre Jesús, el Cristo de Dios, y el Cristo Eterno que es la PALABRA DE DIOS MANIFESTADA. Esta Palabra es DIOS. La PALABRA ETERNA de Dios es también el Espíritu Eterno de Cristo. Nuestra tesis será que el Espíritu de Cristo existió desde toda la eternidad pasada y es la PALABRA VIVA de Dios. Esta “PALABRA” estaba con Dios en el principio y esta “PALABRA” es Dios!
¿Hay alguna duda de que Jesús es Cristo? Ninguna, en absoluto! Las Escrituras confirman una y otra vez esta realidad. ¿Hay alguna duda de que Jesucristo murió por nuestros pecados como sacrificio sustitutivo de Dios en el Calvario? Absolutamente ninguna. Esto se confirma muchas veces en las Escrituras y también en las profecías.
Nuestra preocupación no es SI Jesús es el Cristo sino si Jesús estaba con Dios antes de la fundación del mundo. Si Jesús nació hace aproximadamente 2000 años fue entonces este mismo Jesús que se asume y se predica que estaba con el padre antes de que el mundo fuese? ¿Fue “Jesucristo hombre” el que existía antes de que Abraham existiese? ¿Fue este mismo Jesús el que tuvo la gloria de Dios desde toda la eternidad pasada? ¿Era el hombre perfecto cuando nació o fue perfeccionado a través de las cosas que Él sufrió?
Las preguntas giran en torno al “Hijo del hombre” que es el “Hijo de Dios” cuya madre fue la Virgen María. ¿Apareció el “hombre Cristo Jesús” de repente en Belén o nació de una mujer como a un bebé en pañales? ¿Fue el Eterno Jesucristo el que a la edad de 12 años empezó a hacer preguntas pertinentes en la sinagoga? Por supuesto, todo esto es confirmado por la escritura.
Fue Jesucristo un hombre de carne y hueso genuino y auténtico o fue una aparición celestial en forma de hombre? ¿Es este mismo Jesús el que ahora tiene el nombre de “LA PALABRA DE DIOS” escrito sobre EL? Acaso es la auténtica PALABRA DE DIOS? ¡Sí! ¿Es El también un hombre auténtico? ¡Sí! Esto se ve confirmado muchas veces en las Escrituras.
Para encajar este dilema en la perspectiva eterna hay que empezar con el propósito que estaba en el corazón de Dios cuando creó a Adán. Dios creó a Adán porque tenía un propósito eterno para el hombre, quien ha sido diseñado para cumplir con el deseo de Dios para el mundo venidero. Para lograr este deseo, Dios necesitaba otro ser creado diferente a los ángeles. Dios no necesita más ángeles, porque los ángeles ya habían fracasado en cumplir con el propósito de Dios. Los ángeles que tenían dominio sobre la tierra en el pasado antiguo arruinaron su existencia.
Dios tiene que comenzar con un ser creado mucho menor que los ángeles. ¿Por qué? Para que esta creación nueva y diferente “hombre” pudiera llegar a la madurez, la obediencia, la fidelidad, el carácter y la estatura a fin de cumplir con lo que los ángeles no cumplieron. Cuando el hombre complete el propósito de Dios con su obediencia entonces estará calificado para juzgar a los ángeles que se rebelaron contra Dios y que por su desobediencia destruyeron su dominio. Cuando la obediencia del hombre a Dios se cumple entonces se puede juzgar toda desobediencia a través de ese hombre. Si la obediencia del hombre, el carácter y la arrogancia es como la de los ángeles que cayeron entonces cómo puede el hombre estar calificado para juzgar a los ángeles?
A fin de preparar un lugar habitable para esta nueva creación “hombre” Dios restauró la tierra del agua en que se hundió. La tierra que existía como tierra seca mucho antes de que esta tierra fuese restaurada en Génesis 1 fue destruida por el agua en un pasado muy lejano, tal vez miles de años antes de que esta tierra fuese restaurada.
2 Pedro 3:5 Pues cuando dicen esto, no se dan cuenta de que los cielos existían desde hace mucho tiempo, y también la tierra, surgida del agua y establecida entre las aguas por la palabra de Dios,(6) por lo cual el mundo de entonces fue destruido, siendo inundado con agua;(7) pero los cielos y la tierra actuales están reservados por su palabra para el fuego, guardados para el día del juicio y de la destrucción de los impíos.
Es obvio que esta “destrucción “no se refiere al tiempo de Noé sino que se refiere a la destrucción como consecuencia de la rebelión de Satanás y los ángeles.
Ahora, en Génesis 1 Dios restaura la primera tierra para su creación: el hombre nuevo, el primer Adán. Por lo tanto, Él separó las aguas por encima de las aguas de abajo y la tierra se convirtió en terreno seco como era antes. Entonces Dios convirtió la tierra antigua en un lugar habitable de nuevo. Puesto que Dios iba a juzgar a los ángeles a través de esta nueva creación, Él hizo la tierra comparable a lo que era antes y no una súper creación que tenía una ventaja sobre la tierra cuando los ángeles estaban a cargo.
Cuando la tierra estuvo lista para el nuevo “experimento”, Dios creó al hombre del polvo de la tierra, o del elemento más bajo y común encontrado en la tierra. Si este “experimento” tenía éxito y Adán era obediente y cumplía el propósito de Dios, los ángeles que cayeron serian juzgados por este nuevo “impostor” hombre llamado Adán! Por lo tanto, había que hacer algo rápido y decisivamente. Ellos tenían que engañar a este hombre “nueva creación” y llevarlo a rebelión contra Dios, para que el hombre no fuese más obediente que los ángeles que gobernaron sobre la tierra antes de éste. Si tenían éxito en engañar a este hombre los ángeles serian librados del juicio de Dios.
Por supuesto sabemos que el primer Adán falló, de modo que los ángeles estaban a salvo del juicio. Puesto que siempre existió un Reino en el cielo la obediencia a Dios no era una opción. Sin embargo, como no hubo una ley que los ángeles caídos incumpliesen, no había forma que los ángeles fuesen juzgados justamente por Dios. Por lo tanto, Dios debía levantar otro tipo de creación “de personas” que habitaran en esta tierra en circunstancias muy similares a la de los ángeles. Si ellos son obedientes y cumplen con el propósito Eterno de Dios entonces serán la corte de justicia de Dios para juzgar a los ángeles caídos!
Ahora, en esta dispensación, Dios debe producir un “hombre” creado inferior a los ángeles, uno que vendrá a la misma perfección que se exigía de los ángeles y teniendo la misma libre voluntad dada a los ángeles. Si tiene éxito y su “obediencia es perfecta”, viviendo en las mismas condiciones que los ángeles que cayeron, este “hombre”, entonces será capaz de “juzgar toda desobediencia”.
Este último Adán no podía hacerse superior a los ángeles o la prueba no sería “justa”. Por lo tanto, Él se hizo incluso más bajo que los ángeles de esta manera no puede haber justificación del incumplimiento de los ángeles. LA PALABRA se hizo carne y nació de una mujer y tomó el cuerpo de un hombre.
Hebreos 2:(5) Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando.(6) Pero uno ha testificado en cierto lugar diciendo: ¿QUE ES EL HOMBRE PARA QUE DE EL TE ACUERDES, O EL HIJO DEL HOMBRE PARA QUE TE INTERESES EN EL?(7) LE HAS HECHO UN POCO INFERIOR A LOS ANGELES; LE HAS CORONADO DE GLORIA Y HONOR, Y LE HAS PUESTO SOBRE LAS OBRAS DE TUS MANOS;(8) TODO LO HAS SUJETADO BAJO SUS PIES. Porque al sujetarlo todo a él, no dejó nada que no le sea sujeto. Pero ahora no vemos aún todas las cosas sujetas a él.(9) Pero vemos a aquel que fue hecho un poco inferior a los ángeles, es decir, a Jesús, coronado de gloria y honor a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios probara la muerte por todos.(10) Porque convenía que aquel para quien son todas las cosas y por quien son todas las cosas, llevando muchos hijos a la gloria, hiciera perfecto por medio de los padecimientos al autor de la salvación de ellos.
Al primer hombre, Adán, le fue dado libre albedrío para cumplir su obediencia pero no lo hizo y falló a su llamado. Por lo tanto, Dios forma a otro Adán: éste será el último Adán. Sin embargo, en lugar de formarlo de la genealogía del primer Adán, del polvo de la tierra, y con esperma perecedero, Dios le de nacimiento de su propio esperma incorruptible. Este dará nacimiento al segundo hombre que será el último Adán de la raza antigua de hombres que no consiguió el propósito y hacer la voluntad de Dios. Sin embargo, este “último Adán” debe ser un auténtico hombre, nacido de una mujer, en esta misma dimensión en la tierra. Debe someterse a pruebas en todos los sentidos, viviendo en esta dimensión terrenal al igual que los ángeles y ser hallado fiel. Con el fin de cerrar todas las bocas, Dios lo hará incluso más bajo que los ángeles, que son más poderosos y más sabios que el hombre! Si éste tiene éxito y cumple la voluntad de Dios a través de su obediencia, Él estará capacitado para juzgar a los ángeles por su desobediencia.
Jesús cumplió con el propósito de Dios y después se ofreció como sacrificio voluntariamente. Nadie le quitó la vida sino que la ofreció voluntariamente. Él cumplió cada uno de los sacrificios y ofrendas de la Ley de Moisés.
Si este último Adán o segundo hombre tiene éxito y cumple con el propósito de Dios entonces deberá ser fructífero y multiplicarse y llenar la tierra con una raza completamente nueva de hombres igual a Él! Por lo tanto, estos herederos del Nuevo Pacto deben convertirse en un grupo corporal de una especie completamente nueva de hombres que siguen viviendo en el libre albedrío. Cada uno debe decidir consagrarse para no hacer su propia voluntad. Su consagración total debe ser hacer sólo la voluntad del Padre. Estos serán los Hijos manifestados de Dios. Todos estos que hacen la voluntad de Dios serán aceptados en la familia de Dios y también en el Reino de Dios.
El gran problema es que la tierra ya estaba llena de esta especie de hombres caídos que vivían en el pecado y en rebelión contra Dios. Ellos son la especie de hombres salidos del primer Adán y que aún existen aquí en esta tierra. Primero tienen que ser perdonados de sus pecados y entonces Dios hará su trabajo completo y perfecto en esta especie de hombres, salidos del primer Adán, con el fin de permitirle al hombre completar efectivamente su Propósito Eterno. Es obvio que Dios no puede usar la raza del primer Adán. Él ya tenía miles de años de historia invertidos en esa especie de hombres, pero todos ellos fallaron en llegar a la perfección y cumplir el propósito de Dios.
Por lo tanto, Dios decidió formar una especie totalmente nueva y diferente de hombres que se consagran plenamente para hacer Su voluntad y para cumplir el propósito de Dios en esta tierra. Por su obediencia a la voluntad de Dios serían calificados para juzgar a los ángeles que se negaron a hacer la voluntad de Dios. Por su obediencia, el desarrollo y el crecimiento a la medida de la estatura de Jesucristo serán calificados para gobernar en el mundo venidero.
Aun así, llevar la vieja creación del primer Adán a la nueva creación del Último Adán (como una mezcla de ambos) daría lugar a otro fracaso. Por esa razón Dios debe proporcionar una muerte real para el primer Adán con un entierro efectivo y auténtico para separar la nueva creación de la vieja creación. El hombre nuevo TIENE que salir de una resurrección de vida verdadera y transformarse en el último Adán, el segundo hombre. La definición y la realidad de esta nueva especie, del último Adán, manifiestan la vida no creada de Dios, que fue pasada en la muerte y se ha levantado en la resurrección. Si esto no ha sucedido, NO PUEDE calificar como la nueva especie. Por lo tanto, NO PUEDE calificarse como un verdadero cristiano.
El primer Adán era un hombre corporal que se llama “Adán”. Todos los que no han escapado de Adán están todavía “en Adán” y todos en Adán mueren debido a que la pena de muerte está sobre ellos. En ese mismo modo, el último Adán es un hombre corporal que es llamado “Cristo”. Si todavía estamos en el primer Adán, no podemos estar en el último Adán. Por lo tanto, sólo los que han muerto y han sido sepultados del primer Adán, y luego resucitados en el último Adán pueden participar en el Cristo corporal! Porque “en Cristo” todos serán vivificados.
Lo que trato de decir es esto: Jesús DEBE ser un hombre auténtico que ha sido tentado en todas las cosas que enfrentaron los ángeles que cayeron. También debe ser tentado en todo igual que el primer Adán fue tentado, pero sin pecado o rebelión contra Dios. Si Él no hubiese tenido éxito en esto, ¿cómo podría juzgar a los ángeles o la raza caída del primer Adán que se había rebelado contra Dios? Dios tiene que encontrar obediencia absoluta para juzgar justamente la desobediencia.
El segundo hombre para tener éxito en este “experimento” tiene que ser una creación nueva y diferente. Él tiene que nacer de Dios para cumplir con el propósito de Dios, y también ser un auténtico hombre para morir por los pecados de Adán. Por esa razón Él no puede heredar la naturaleza pecaminosa que el primer Adán pasó a cada generación por medio de su esperma natural. ¿Por qué? Porque Dios primero debe redimir la raza caída del primer Adán y perdonar y reconciliar a todo el que quiera arrepentirse. Entonces Dios va a utilizar el cuerpo redimido, alma y espíritu como una tienda en la que Él va a crear esta nueva genealogía del Último Adán. Por esta razón cada persona tiene que ser redimida de su estado pecaminoso. ¿Por qué? Porque por un hombre vino la muerte y por el hombre también debe venir la resurrección de esa muerte. Por un hombre vino la desobediencia y la injusticia y por el hombre también debe venir la obediencia y la justicia para restaurar una relación sólida con Dios.
En ese mismo modo, todos aquellos que serán parte de Cristo (cabeza y cuerpo) le es necesario nacer de lo alto y DEBEN ser de la misma especie nueva que es Cristo Jesús. Por eso insistimos en que la gente congregada de la primera creación, NO PUEDE ser llamada la iglesia que Cristo está construyendo. SOLO esta iglesia “nueva especie” puede calificar como el “cuerpo de Cristo”.
La dificultad en la comprensión de la correlación entre el Hijo del Hombre y el Hijo de Dios es porque ambos viven en el mismo cuerpo físico. Sin embargo, esta es exactamente la forma en que también existimos nosotros. Tenemos una cubierta externa que hemos heredado del primer Adán. Esto ahora se llama la tienda o el tabernáculo. Un día vamos a poner esta tienda a un lado y luego vivir en un edificio hecho por Dios que es eterno en el cielo. En ese momento lo que es mortal (lo que hemos heredado de Adán primero) será absorbido por la vida. VIDA será nuestra nueva morada.
Ahora es posible discernir la diferencia entre el hombre Jesús Cristo, que es la sustancia, y la PALABRA VIVA DE DIOS, que es la esencia. Él sigue siendo el hombre prototipo y, a veces escuchamos a Jesús, el hombre, hablando y otras veces escuchamos LA PALABRA VIVA DE DIOS hablando de la misma boca. ¿Cómo podemos explicar semejante cosa?
Tomemos un ejemplo: ¿La Palabra de Dios existía antes de Abraham? Por supuesto! ¿Jesús existía antes que Abraham fuese? ¡No! No tenía aún 30 años de edad. En Juan 17 oímos tanto a Jesús, el Hombre, como a la Palabra de Dios hablando? ¡Por supuesto! ¿Cómo es posible que esto sea verdad? Debido a que el Verbo eterno de Dios estaba en Jesús y se le permitió hablar palabras eternas de la otra dimensión!
A veces, Dios el verbo estaba hablando de la boca de Jesús y, a veces Jesús estaba hablando. Si bien esto puede parecer demasiado místico, es exactamente de la misma manera que se supone que ministremos. Pablo pretendió de usar el mismo método de hablar. Él sabía cuándo él estaba hablando y cuando Cristo, la Palabra de Dios, estaba hablando. Jesús ministró de esta misma manera. Él fue capaz de pronunciar las palabras de Dios y Él fue capaz de hablar por sí mismo y fue capaz de reconocer la diferencia.
Juan 12:(49) Porque yo no he hablado por mi propia cuenta, sino que el Padre mismo que me ha enviado me ha dado mandamiento sobre lo que he de decir y lo que he de hablar.
Juan 17:(5) Y ahora, glorifícame tú, Padre, junto a ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera.(6) He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; eran tuyos y me los diste, y han guardado tu palabra.(7) Ahora han conocido que todo lo que me has dado viene de ti;(8) porque yo les he dado las palabras que me diste; y las recibieron, y entendieron que en verdad salí de ti, y creyeron que tú me enviaste.
Juan 17:(22) La gloria que me diste les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno:(23) yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfeccionados en unidad, para que el mundo sepa que tú me enviaste, y que los amaste tal como me has amado a mí.(24) Padre, quiero que los que me has dado, estén también conmigo donde yo estoy, para que vean mi gloria, la gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.
La pregunta básica es la siguiente: ¿Es Jesús quien está en nosotros o es la Palabra de Dios quien está en nosotros? ¿Es incluso de mucho interés hacerse esa pregunta? Creo que es esencial para entender el “cuerpo de Cristo.” Si bien hay 12 referencias al cuerpo de Jesús, estas se refieren a su cuerpo que fue sacrificado en el Calvario.
Heb 10:10) Por esta voluntad hemos sido santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo ofrecida de una vez para siempre.
En los otros lugares se refieren a la iglesia como el cuerpo de Cristo. Cuando somos “salvos” recibimos a “Jesús” a vivir dentro de nosotros o recibimos a Cristo, LA PALABRA DE DIOS, a vivir en nosotros? ¿Es Jesús en nosotros que es nuestra esperanza de gloria o es Cristo en nosotros? Está claro que es el Hombre Cristo Jesús que ascendió al trono de Dios y ahora está sentado a la diestra de Dios.
1Ti 2:(5) Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre,
Heb 12:(24) y a Jesús, el mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la sangre de Abel.
¿Sigue Jesús siendo el hombre Cristo Jesús o Él se ha invertido de nuevo en la Palabra de Dios y como tal se ha convertido en Dios? ¿Existe todavía el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, que es un solo Dios? ¿Acaso Jesús tomó su posición eterna a la diestra de la Majestad en los cielos o EN Dios como dicen algunos?
Heb 8:1 Ahora bien, el punto principal de lo que se ha dicho es éste: tenemos tal sumo sacerdote, el cual se ha sentado a la diestra del trono de la Majestad en los cielos,
La pregunta que ahora surge es ésta: ¿Es la Palabra de Dios quien se ha convertido en Sumo Sacerdote o es el hombre Cristo Jesús? Estas son preguntas muy importantes que deben ser contestadas correctamente si queremos entender cómo “el hombre” funcionará en el mundo “venidero”.
Heb 5:8-(8) Aunque era Hijo, aprendió obediencia por lo que padeció;(9) y habiendo sido hecho perfecto, vino a ser fuente (autor) de eterna salvación para todos los que Le obedecen,(10) siendo constituido por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
Nuestro Sumo Sacerdote debe ser tomado de entre los hombres para que pueda tener compasión de la debilidad de los hombres e interceder por ellos.
La primera pregunta que tenemos que resolver es ésta: ¿Cómo Jesús se convirtió en el Hijo de Dios? El siguiente es cómo Jesús se convirtió en la madura Palabra de Dios? ¿Cómo fue que Él vino a la perfección o madurez? La respuesta a estas preguntas revela cómo vamos a crecer en todas las cosas en Cristo y como “continuar” hacia la perfección. Esperamos que esto aclare algunas dificultades sobre el Cuerpo de Cristo y extienda algunos conocimientos sobre el cuerpo del Sumo Sacerdote. Aunque sólo hay un Cristo hay muchos miembros en su cuerpo. ¿Por qué es importante esto? Porque los miembros junto con el cuerpo se llama “Cristo”.
1Co 12:(12) Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero, todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo, así también es Cristo.
La escritura no dice “así también es Jesús”. En el reino eterno, Jesús, la Cabeza, junto con el cuerpo, es llamado el “Cristo”. Decimos que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo, pero no el cuerpo de Jesús. Si bien esto puede que no sea técnicamente erróneo, confunde al responder a la interrogante. ¿Por qué? Debido a que es “Cristo” en mi la esperanza de gloria. NO DICE es Jesús en mi la esperanza de gloria.
Cristo significa “el ungido” en griego. La palabra “Christos” se traduce a veces como el Mesías pero significa el “ungido”. Cristianos significa “los ungidos.” Tanto la cabeza y el cuerpo son “los ungidos.” Sin embargo, hay una gran diferencia entre “EL UNGIDO” que es Jesucristo y su Cuerpo, que son los ungidos. Por lo tanto, no es una herejía hablar de los miembros del cuerpo de Cristo, como Cristo. Podríamos llamar a esta combinación de cabeza y cuerpo de Cristo, “El Cristo completo”. La verdadera pregunta es ¿cómo los “creyentes” van a ir de aquí para allá?
La confusión y controversias del pasado en relación con el “cuerpo” se han centrado en “los miembros de la iglesia visible” como el cuerpo de Cristo. Esto no está mal si califican, pero primero debemos empezar por identificar a la Iglesia “real”. Durante años ha sido muy popular llamar a los creyentes en las asambleas visibles “iglesias”. La Biblia sólo identifica la Iglesia que Él está construyendo en el candelabro “ Iglesia “que se encuentra en el Lugar Santo en el Tabernáculo de Dios. En Apocalipsis 2 y 3 se ve a Jesús caminando entre “la iglesia” que Él está construyendo y oímos lo que está diciendo a su Iglesia! Por lo tanto, identificar a “su cuerpo”, con los creyentes de las Asambleas del atrio, o lo que llamamos la “iglesia visible”, es demasiado superficial.
Los grupos del atrio son los que están “diseñados por Dios” para ser perfeccionados (por las siete experiencias del atrio) y preparados para ser sacerdotes de Dios y funcionar en la vida y ministerio del lugar santo. Sin embargo, todos los sacerdotes de Dios deben llegar a alcanzar una unción completa (ser los ungidos) y funcionar en una consagración total para poder hacer toda la voluntad de Dios. ¿Por qué es esencial? Debido a que Dios está levantando un Reino de Sacerdotes, NO un Reino de creyentes del atrio. Ahora surge la pregunta, ¿Pueden los desobedientes y los creyentes no consagrados que asisten a la iglesia visible calificar para juzgar a los ángeles rebeldes, como algunos enseñan? Por supuesto que NO!
Cada “creyente “, que va a cumplir el propósito de Dios, debe convertirse en un sacerdote de Dios según el Orden de Melquisedec. Pedro llama a esto un “Real Sacerdocio”, para ofrecer sacrificios espirituales a Dios. Esto requiere que cada creyente pase por cada una de las experiencias reales y esenciales del atrio. Recuerda sobre la necesidad de la obediencia absoluta! Después que esto es una experiencia verdadera y genuina entonces se debe pasar a través del segundo velo, que no se rompió, y comenzar a participar de la vida y el ministerio a Dios en el Lugar Santo. Eso significa: (1) estar delante de él (2) Ministrarle a Él (3) quemar incienso, en la dimensión vertical, para luego (4) para ser su ministro y funcionar en el ministerio horizontal en el atrio. Debemos entender que las siete experiencias del atrio son sólo una preparación para el ministerio del sacerdocio. Ningún “ministerio “comienza en el atrio. Todo “ministerio “ comienza en el lugar santo donde se encuentra la iglesia candelabro. Esto limita el “ministerio” a los que han pasado de la esfera del entendimiento natural al reino espiritual de los siete espíritus de Dios. Según este patrón es claro que el “hombre natural” no tiene lugar “en el ministerio”, porque él no puede entender nada del Espíritu de Dios. Este hecho no impide que el “hombre natural” obtenga un título religioso y una posición de liderazgo en las “sociedades religiosas naturales” que son mal llamadas iglesias.
Mi opinión es que sólo Dios determina quién está calificado para ser un sacerdote o ministro de la verdadera iglesia y sólo Él establece los ministerios en la iglesia candelero!
Esto queda claro en 1 Corintios 12: 28-30. En Efesios 4: 11-13, se ve claro que Jesucristo establece estos ministerios en la Iglesia candelabro “que Él está construyendo!” Es esta Iglesia candelabro la que completará el propósito eterno de Dios y funcionará en la dimensión del Lugar Santo. Estos ministerios son identificados como aquellos que están ayudando a la iglesia a crecer a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, hacia la perfección y la madurez. Recuerde que la obediencia, para juzgar a los ángeles, es a Dios y no a ninguna organización terrenal. Este fue el fracaso del movimiento de discipulado.
Efesios 4:(10) El que descendió es también el mismo que ascendió mucho más arriba de todos los cielos, para poder llenarlo todo.(11) Y El dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros,(12) a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo;(13) hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.
1Co 12:(5) Hay diversidad de ministerios, pero el Señor(al que servimos) es el mismo.
Está claro que Jesucristo establece estos ministerios para funcionar en la iglesia que Él está construyendo. Por lo tanto, creemos que se comete un gran error cuando los hombres nombran “ministros” según sus propias calificaciones y necesidades y les ponen títulos. La mayor parte de estos “ministerios “ salen de la dimensión exterior del atrio en lugar de esperar que Cristo Jesús escoja hombres de su propia elección desde la dimensión del Lugar Santo. Estos “ministros” del atrio sólo pueden “ministrar” a los que están en las etapas de preparación en el atrio. El problema es que muchos de estos “auto nombrados ministros “ ni siquiera ellos mismos han completado las etapas de preparación en el atrio. El nombramiento de estos “ministerios “ antes de su preparación completa es una práctica común en las congregaciones de hoy. Ya que cada una de las siete experiencias del atrio son esenciales para que Dios nos permita “seguir hacia la perfección” sólo Dios sabe quién está listo o no. La falta de una preparación real es el problema predominante con estos llamados “ministerios “.
1Co 12:(28) Y en la iglesia, Dios ha designado primeramente, apóstoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros; luego, milagros; después, dones de sanidad, ayudas, administraciones, diversas clases de lenguas.
1Co 12:(6) Y hay diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios el que hace todas las cosas en todos.
Dios establece estas “operaciones” o “funciones” en la iglesia para mantener a la iglesia informada de la visión, el propósito y la razón definitiva para convertirse en lo que Dios ha querido desde el principio. Parece obvio que Dios establece estos ministerios para las “operaciones “en una asamblea local que son muy diferentes a los “ministerios” que Cristo Jesús, el Señor, tiene implantados en la Iglesia que Él está construyendo.
Es posible encontrar estos ministerios, dados por Dios, en las “operaciones” de una asamblea recién formada y que se está introduciendo en las dimensiones eternas. Sin embargo, quien puede ser tan arrogante de encargarse de nombrar a los ministerios que sólo Dios se ha propuesto poner en la iglesia. Cabe señalar que estos “ministerios “se establecen EN LA IGLESIA y no SOBRE la Iglesia como se suele pensar.
El Señor Jesucristo establece estos otros ministerios en la iglesia naciente para llevarla a las dimensiones eternas de la Iglesia candelabro que Él está construyendo. Estos ministerios son maduros, escogidos, ordenados y responsables de la perfección de los santos. El que ascendió más allá de todos los cielos ha nombrado, según su propia elección, a estos ministerios para ayudar en la construcción de la Iglesia candelabro. Sin duda, sólo una persona arrogante o ignorante se atrevería a usurpar Su autoridad e intentar de nombrar a algunos falsos profetas o apóstoles “según su propia elección”. Hoy vemos a los hombres hacer discípulos mediocres, inmaduros y calificarlos de “apóstoles”.
1Co 12:(7) Pero a cada uno se le da la manifestación del Espíritu para el bien común.
Los “dones” del Espíritu sin duda funcionan en la dimensión del atrio como parte de la unción del atrio dentro de la medida (cuota inicial) del Espíritu.” Esta es la medida “formal” de la unción y funciona en el atrio, la dimensión de la luz natural. Esta “cuota inicial” se llama el “bautismo del Espíritu Santo”. Sin embargo, la unción interior, con la que podemos funcionar como sacerdotes de Dios se lleva a cabo en el Lugar Santo. Esta “unción” está permanente dentro de nosotros y da la evidencia de que Dios está personalmente enseñándonos todas las cosas.
1 Juan 2:27 Y en cuanto a vosotros, la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera y no es mentira, y así como ella os ha enseñado, permaneced en él.
A causa de que esta unción “interior” se lleva a cabo en la dimensión del atrio, en el Bautismo en el Espíritu Santo, muchos creyentes carnales dicen que no necesitan ser enseñados por el hombre. Sin embargo, Dios ha creado sin duda hombres que son “maestros espirituales” a fin de instruir a los que están en proceso de convertirse en sacerdotes, para presentarle los caminos de Dios y la forma de “llegar a la perfección.” Estos “cinco ministerios” COMIENZAN en el Lugar Santo pero FUNCIONAN en la dimensión exterior del atrio y son nombrados por Jesucristo para perfeccionar a los santos. Aquí es donde se está cometiendo el error de los cinco ministerios. Los cinco ministerios son sólo nombrados por Cristo de su exaltada posición “muy por encima de todos los cielos” y NO por hombres ignorantes y egocentristas en la tierra. Por esa precisa razón “todos” los “cinco ministerios” comienzan en el Lugar Santo y NO en el atrio. En otras palabras, hasta que las personas individualmente y de hecho no asciendan al ministerio y vida del Lugar Santo (una vez terminada la preparación en el atrio) no hay ninguna validez en los “cinco” ministerio en el ámbito externo del atrio.
La objeción a este modelo “del ministerio sacerdotal”, que fue dada por Dios a Moisés, es que no se le dio a la iglesia bajo el Nuevo Pacto. Mi respuesta a esta objeción es que el libro de Hebreos junto con 1 Corintios 10: 1 a 11 y 15:4 Romanos confirman que estas experiencias del pueblo de Israel son modelo y sombra para nosotros. La preparación para el sacerdocio según el orden de Aarón es un tipo y un ejemplo para nosotros del Sacerdocio según el Orden de Melquisedec. Hay por lo menos 40 capítulos en las Escrituras que hablan del Tabernáculo de Moisés. Hay muchos más capítulos que se refieren al sacerdocio que le fue asignado al Tabernáculo y además cientos de versículos hablan de los sacrificios y ofrendas. El libro de Hebreos nos da ejemplos de cómo interpretar estas cosas en la vida cristiana y en específico el sacerdocio del Nuevo Pacto, según el orden de Melquisedec.
Sin embargo, en este estudio estamos interesados en saber cómo es “que Cristo es formado en nosotros.” Una vez más, no nos referimos a “Jesús es formado en nosotros!” Todo el enfoque del ministerio está sobre la “Nueva Especie de hombre” (uno de nosotros) que está sentado a la diestra de Dios. En primer lugar veremos cómo Jesús se formó en el vientre de María y cómo se convirtió en el Cristo de Dios.
1Pedro 1:(22) Puesto que en obediencia a la verdad ustedes han purificado sus almas para un amor sincero de hermanos, ámense unos a otros entrañablemente, de corazón puro(23) Pues han nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una que es incorruptible, es decir, mediante LA PALABRA DE DIOS que vive y permanece.
La Palabra simiente proviene del griego G4690 oπεìρμα sper’ sperma-mah de G4687; algo sembrado, es decir, las semillas (incluido “esperma” del hombre); por implicación: descendiente, específicamente remanente (en sentido figurado como si se mantiene más de la plantación): -, de las semillas.
G4701 spor σποραì spora-ah “De G4687; sembrado, es decir, (implícitamente) la filiación: - semillas.
G4690 σπεìρμα sperma Definición Thayer:
1) de donde germina una planta 1a) las semillas, es decir, el grano o núcleo que contiene en sí el germen de las plantas futuras
1a1) de los granos o granos sembrados
1b) metafóricamente una semilla, es decir, un residuo, o unos pocos sobrevivientes reservados como el germen de la próxima generación (al igual que la semilla se mantiene a partir de la cosecha para la siembra)
2) el semen viril
2a) el producto de este esperma, semilla, los niños, descendencia, prole 2b) de la familia, tribu, 2c posteridad) lo que posee la fuerza vital o la vida dando poder 2C1) de la energía divina del Espíritu Santo operando dentro del alma según la cual somos regenerados.
Es esencial que notemos que el “esperma” (semen de Dios), que entró en María cuando ella fue “visitada” por el Espíritu Santo fue LA PALABRA VIVA DE DIOS. Debido a que nació de Dios (de LO ALTO) podemos claramente decir que Él es el Hijo de Dios. La fuente de su existencia es la PALABRA VIVA DE DIOS, ya que nació del esperma de Dios. Esta “semilla” no es perecedera, sino que es una clase de “semilla” totalmente diferente de aquella que es imperecedera o eterna. Esa es la semilla (esperma Divino o semen) que produjo a Jesús, el Hijo de Dios! Él también nació de una persona humana, María, por lo que también es “el Hijo del Hombre!” Por eso Él es EL HOMBRE CRISTO JESÚS! Esto puede ser un poco confuso hasta que entendamos que “el pecado y la muerte” provienen del hombre. Por lo tanto, la solución al “pecado y la muerte” también debe provenir del “hombre”.
1Co 15:(19) Si hemos esperado en Cristo para esta vida solamente, somos, de todos los hombres, los más dignos de lástima.(20) Pero ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicias de los que durmieron (murieron).(21) Porque ya que la muerte entró por un hombre, también por un hombre vino la resurrección de los muertos.(22) Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
Romanos 5:(12) Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por medio de un hombre, y por medio del pecado la muerte, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron.
Debido a que Jesús nació de ambos, de Dios y de María, pudo ser a la vez el Hijo del Hombre y el Hijo de Dios. Esto lo capacita para ser a la vez Salvador y Señor. Puesto que Él nació del esperma de Dios cumple con los requisitos para ser Señor y Cristo, el Ungido, el Mesías.
JUAN 1:(10) El (LA PALABRA DE DIOS) estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por medio de Él, y el mundo no Lo conoció (11) A lo Suyo vino, y los Suyos no Lo recibieron.(12) Pero a todos los que Lo recibieron, les dio el derecho (el poder) de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en Su nombre,(13) que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios.
Si usted lee esto cuidadosamente, verá que este “nuevo nacimiento” se produce cuando recibimos la Palabra de Dios y que es únicamente por la voluntad de Dios. Nadie puede venir a menos que el Padre no lo traiga. En el evangelismo moderno podemos hacer que la gente sea “salvo”, aunque Dios no les traiga! ¿Cómo? Mediante la persuasión lógica y decir ciertas palabras!
Juan 6:(44) “Nadie puede venir a Mí si no lo trae el Padre que Me envió, y Yo lo resucitaré en el día final (45) “Escrito está en los profetas: ‘Y TODOS SERAN ENSEÑADOS POR DIOS.’ Todo el que ha oído y aprendido del Padre, viene a Mí.
Aquí aún esta hablando de la Palabra de Dios que vino al mundo en forma de “esperma” y que se hizo carne. LA PALABRA dio a luz a “Jesucristo hombre”, como su Hijo primogénito. Su propósito era poder hablar en Jesús y a través de Jesús. Jesús no habla por su propia iniciativa sino que dice lo que escucha. A todos los que le recibieron(a la palabra), les dio el derecho (el poder) de llegar a ser hijos de Dios. En el contexto está claro que esto no está hablando acerca de recibir a Jesús como Salvador personal, pero de recibir la Palabra de Dios, el esperma, como la fuente del nuevo nacimiento. La Palabra de Dios es la gloria que se vio en Jesús. La Palabra de Dios viene a nosotros como esperma! Todo el mundo, que es nacido de Dios debe haber recibido el esperma / semen / semilla de Dios.
Juan 1:(14) El Verbo (La Palabra) se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos Su gloria, gloria como del unigénito (único) del Padre, lleno de gracia y de verdad.(15) Juan dio testimonio de Él y clamó: “Este era del que yo decía: ‘El que viene después de mí, es antes de mí (tiene un rango más elevado que yo), porque era primero que yo.’”(16) Pues de Su plenitud todos hemos recibido, y gracia sobre gracia.
Está, obviamente, hablando de la Palabra de Dios que existía mucho antes de Juan! También sabemos que Jesús nació después de Juan. Después de estudiar todos estos 16 versículos de la Palabra de Dios desde el versículo 1 hasta el 16 finalmente se presenta a Jesús en Juan 1:17.
Juan1:(17) Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de Jesucristo (Jesús el Mesías).(18) Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, Él Lo ha dado a conocer.(19) Este es el testimonio de Juan, cuando los Judíos enviaron sacerdotes y Levitas de Jerusalén (Ciudad de Paz) a preguntarle: “¿Quién eres tú?”(20) Y él confesó y no negó, pero confesó: “Yo no soy el Cristo (el Mesías).”
La Palabra se hizo carne y el resultado fue el Hijo de Dios, el Hombre Jesucristo. Tanto la gracia como la verdad se llevaron a cabo a través de Jesucristo, el Hombre Cristo Jesús. Es la Palabra de Dios la que estaba en el seno del Padre la que lo ha dado a conocer. La Palabra de Dios es el “unigénito Dios” [esta es la traducción correcta] o se podría decir que [El Esperma de Dios] se hizo carne en Jesús. La Palabra de Dios no es el unigénito DE DIOS, porque la Palabra de Dios es Dios. Él es el unigénito Dios. Dios engendrado en el hombre, Cristo Jesús. ¿Cómo? Por el esperma de Dios, que es La Palabra Viva de Dios. Cuando Jesús, que fue concebido por el Esperma de Dios en el cuerpo de María, creció a la “perfección” o “madurez” en todas las cosas, se convirtió en la Palabra de Dios. ¿Por qué? Debido a que nació de Dios por el Esperma que es la Palabra Viva de Dios. El Esperma llegó a la madurez y se hizo idéntico a su fuente, la Palabra de Dios! Cada semilla produce según su propia especie. Si siembra la “semilla de Dios “se producirá según su propia especie. Cuando esa semilla llega al crecimiento completo, ésta será la Palabra de Dios. Jesús nació de esa semilla y cuando alcanzó el crecimiento completo o la perfección entonces su nombre se convirtió en: “la Palabra de Dios.”
Todo esto sería sólo académico si no TUVIÉSEMOS que nacer exactamente de la misma manera, aunque con una ligera diferencia. Todos inicialmente nacemos como el hijo del hombre y entonces es necesario nacer de nuevo como un hijo de Dios. Este nuevo nacimiento es en el mismo sentido como el nacimiento de Jesús, que es el hijo prototipo. Debemos nacer de arriba, no de sangre o por la voluntad del hombre, o por la voluntad de la carne (del esperma que perece), pero también tenemos que nacer de Dios por el esperma imperecedero. Jesús fue el primero que nació del esperma imperecedero. Por lo tanto, Él es llamado el “primogénito”.
1Pe 1:20-22 Porque Él estaba preparado desde antes de la fundación del mundo, pero se ha manifestado en estos últimos tiempos por amor a ustedes.(21) Por medio de Él son creyentes en Dios, que Lo resucitó de entre los muertos y Le dio gloria, de manera que la fe y esperanza de ustedes sean en Dios.(22) Puesto que en obediencia a la verdad ustedes han purificado sus almas para un amor sincero de hermanos, ámense unos a otros entrañablemente, de corazón puro.
Aquí, obviamente, está hablando acerca del hombre Cristo Jesús que era conocido antes de la fundación del mundo. Él es también el que resucitó de los muertos y Jesús es el que ha recibido la gloria. Esto no dice que Él existió antes de la fundación del mundo, sino que Él fue conocido desde la eternidad pasada.
1Pedro 1:23-25 Pues han nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una que es incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece. (24) Porque: “TODA CARNE ES COMO LA HIERBA, Y TODA SU GLORIA COMO LA FLOR DE LA HIERBA. SECASE LA HIERBA, CAESE LA FLOR, (25) PERO LA PALABRA DEL SEÑOR PERMANECE PARA SIEMPRE.” Esa es la palabra que a ustedes les fue predicada (anunciada como buenas nuevas).
G4487 0 ʽ η? Μα rema Thayer Definición: 1) esa (PALABRA), que sea o haya sido pronunciada por la voz viva, lo que habla, la palabra
Esta palabra (Rhema) ha declarado que hemos nacido, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, es decir, a través de la palabra viva y permanente de Dios
Si verdaderamente hemos nacido de la “Esperma” (semilla) de Dios, La Palabra Viva de Dios ha dado a luz una nueva creación en nosotros y somos una especie de persona completamente nueva en esta tierra. Esta nueva creación no es hombre o mujer por lo que nunca se casa o es dada en matrimonio, sino que es como los ángeles. Este nuevo hombre no es un ángel, ni tiene género, raza o situación económica. Nosotros “TENEMOS” que haber nacido de la esperma imperecedera de Dios o sino seremos sólo hombres naturales de carne (nacidos de la esperma perecedera) y nunca ninguna predicación, enseñanza o adoración musical nos hará personas espirituales. Reunir una multitud de estas personas naturales el domingo NUNCA calificará como la Iglesia que EL está construyendo.
Por supuesto cada uno de nosotros nació de la esperma “perecedera” en nuestro estado natural original. Si no hemos nacido de la esperma imperecedera de Dios, estamos en serios problemas. Esta “esperma” es la Palabra Viva de Dios morando en nosotros y es la fuente del nacimiento de la nueva creación u hombre nuevo que es verdaderamente nacido de Dios. Esto es a lo que Jesús hizo referencia cuando dijo “nacer de nuevo” y es lo que nos permite ver el Reino de Dios a distancia. Predicar El Reino a los que no han nacido de nuevo es generalmente infructuoso ya que no pueden ver el Reino ni tienen idea de lo que estamos hablando. Debido a eso no entienden y se confunden en lo que se refiere a la voluntad de Dios.
Somos “nacidos de nuevo” como bebés de una nueva creación pero aun siendo bebés somos hijos de Dios. Somos parte de una nueva Génesis que exige que sólo esta nueva especie de personas puede participar en las bendiciones del Nuevo Pacto. Estos “bebés” no se deben confundir con los “hijos de Dios”, que han crecido en todas las cosas en Cristo. Esta falta de crecimiento del nuevo hombre interior es la razón por la cual la iglesia visible se encuentra en un estado lamentable. La iglesia visible, como fácilmente se puede ver, es integrado por cristianos bebés en su mayor parte y muchos en la iglesia visible ni siquiera han nacido de nuevo, incluyendo a los líderes. Por lo tanto, muchos están tratando de construir una iglesia espiritual con personas naturales que son madera, heno y paja. Estos no pueden ser parte de la Iglesia que Cristo está construyendo que sólo está formada con plata, oro y piedras preciosas.
Esta” nueva especie de personas” que ha nacido de la semilla “incorruptible” de la Palabra Viva de Dios son los únicos que pueden unirse a Jesús, la Cabeza, que es el primogénito de esta nueva especie. En otras palabras, es imposible unir al viejo hombre con Jesús, que es de la nueva especie. Adán y todos los que están en Adán son de la vieja especie que es natural y que NO PUEDE ser parte de la nueva especie llamada “cristianos”. Esta es la razón por la que ninguno de los que son de Adán pueden ser aceptados en el Cuerpo de Cristo. “Cristo” es sólo de la nueva especie nacido de Dios de la Palabra Viva de Dios. Cristianos significa pequeños cristos o pequeños ungidos. Todos los que forman parte del cuerpo de Cristo TIENEN que haber nacido de la misma manera que la cabeza y TIENEN que ser de la misma exacta especie.
Dios es revelado como Padre, Verbo y Espíritu Santo y Él es un solo Dios. También es indivisible que significa que no puede ser dividido en varias personas. La Palabra o El Verbo es Dios! No se puede separar de Dios y convertirse en algo diferente a Dios.
UN DIOS
Padre, Verbo y Espíritu Santo.
Por consiguiente, ¿cómo la Palabra (Verbo) vino a la tierra y se convirtió en carne? Obviamente, si la Palabra estaba ausente, Dios ya no podía ser Dios porque 1 / 3 de El faltaría. Pero ¿que tal si Dios sigue siendo el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo (un solo Dios), pero el esperma fue lo que fue enviado para convertirse en hombre? Es evidente que UN SOLO DIOS pudo tener muchos hijos de la misma esperma sin agotarse ni un ápice. Él es POR SIEMPRE un solo Dios, aunque tiene millones de bebés. Este parece ser exactamente SU método de reproducción.
Sin embargo, a pesar de que Dios tiene su HIJO Ideal, todavía no está satisfecho porque su propósito eterno requiere que Él tenga muchos hijos al igual que su HIJO unigénito. Eso significa hijos plenamente crecidos que puedan compartir su gloria. El HIJO SUPREMO o EL NUEVO HOMBRE es un hombre que con cabeza y cuerpo, es llamado el Cristo. Este nuevo hombre tiene cabeza y cuerpo. Jesús, el hombre prototipo, es la cabeza y los Hijos manifestados, completamente desarrollados, son su cuerpo. O podríamos definir a este Hijo corporal de otra manera. El Hijo Manifestado completamente desarrollado es el Sumo Sacerdote del Mundo venidero. Jesús es la Cabeza y los Hijos completamente desarrollados son el Cuerpo del Sumo Sacerdote, según el orden de Melquisedec. Ahora podemos llamar a este Hijo Corporativo monte de Sión, la ciudad del Dios vivo, la Nueva Jerusalén. El cuerpo del Hijo Corporativo se compone de Siervos, que son los Vencedores y se les llama la Esposa de Cristo, la esposa del Cordero, porque han crecido en todas las cosas en Cristo y se han convertido en UNO con El.
Padre, Palabra, Espíritu Santo
Un SOLO Dios!
El hombre, Jesucristo sentado
Este HIJO prototipo está sentado a la diestra de Dios.
De la misma manera el Hijo corporativo o el Nuevo Hombre (el Cristo corporativo) se sentará a la diestra en el trono de la Majestad en los cielos, o a la derecha de Dios.
Apocalipsis 3:21 Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono; así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.
Col 3:1 Si habéis, pues, resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Efe 1:18-23 Mi oración es que los ojos de vuestro corazón sean iluminados, para que sepáis cuál es la esperanza de su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, (19) y cuál es la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la eficacia de la fuerza de su poder, (20) el cual obró en Cristo cuando le resucitó de entre los muertos y le sentó a su diestra en los lugares celestiales, (21) muy por encima de todo principado, autoridad, poder, dominio y de todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo sino también en el venidero. (22) Y todo sometió bajo sus pies, y a Él lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, (23) la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que lo llena todo en todo.
Es obvio según esta escritura que tanto la cabeza y el cuerpo son un hombre nuevo y que este nuevo hombre (cabeza y cuerpo) es la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. Todas las cosas se ponen en sujeción bajo sus pies. Parece ser que “sus pies”, es el nuevo hombre corporativo que es el Cristo corporativo de Dios.
Para extender este “evangelio” a nuestra experiencia personal debemos saber que esta misma “Palabra Viva de Dios” a través de la cual hemos “nacido de nuevo” vive dentro de nosotros. También debemos estar conscientes de que para que todo esto funcione según el designio de Dios es esencial que el Espíritu Santo more en nosotros. Él es la unción que nos convierte en los “ungidos”.
Si la Palabra de Dios ha crecido dentro de nosotros podría ser posible que hable en nosotros. Sabemos que EL puede hablar porque Él es la Palabra Rhema de Dios. La pregunta es, ¿puede hablar en nosotros y por nosotros?
2Co 13:2-3 Dije previamente, cuando estuve presente la segunda vez, y aunque ahora estoy ausente, lo digo de antemano a los que pecaron anteriormente y también a todos los demás, que si voy otra vez, no seré indulgente, (3) puesto que buscáis una prueba del Cristo que habla en mí, el cual no es débil para con vosotros, sino poderoso en vosotros.
Cristo, la Palabra de Dios, fue capaz de hablar en Pablo. Él (Verbo), obviamente, podría hablar fácilmente en Jesucristo ya que fue dado a luz por la Palabra de Dios y podría, por tanto, decir las palabras de Dios. La pregunta es, ¿puede también hablan en nosotros? Si Él puede hablar hay que preguntarse por qué Él no habla en nosotros. Tal vez Él está hablando, pero nuestro hombre interior no tiene oídos lo suficientemente maduros para saber lo que está diciendo. Si tenemos oídos para escuchar en ese reino, ¿por qué no oímos y luego por que no hablamos lo que oímos? ¿Es de esta manera, que el Hijo prototipo ministraba? Si estamos tratando de escucharle hablar con nuestros oídos naturales saldremos decepcionados porque Él habla realmente dentro de nosotros.
Otro concepto confuso es que Dios es Espíritu. Eso quiere decir que es totalmente diferente al hombre y que existe en una dimensión más alta que la dimensión terrenal. El Padre es Espíritu, la Palabra es Espíritu y el Espíritu Santo es Espíritu. Hay una distinción entre el Espíritu del Padre, el Espíritu de la Palabra (el Espíritu de Cristo) y el Espíritu Santo.
Vimos que sólo aquellos que reciben la Palabra de Dios pueden nacer de Dios o ser hijos de Dios. Sin embargo, la Palabra de Dios es Espíritu, porque Él es Dios y Dios es Espíritu. Esta Palabra de Dios, por la que hemos nacido de nuevo, también se le llama el Espíritu de Cristo. El Espíritu de Cristo siempre ha existido y estaba con el Padre antes de que el mundo fuese.
1Pedro 1:10 Los profetas, que anunciaron la gracia reservada para ustedes, estudiaron y observaron esta salvación (11) Querían descubrir a qué tiempo y a cuáles circunstancias se refería el Espíritu de *Cristo, que estaba en ellos, cuando testificó de antemano acerca de los sufrimientos de Cristo y de la gloria que vendría después de éstos (12) A ellos se les reveló que no se estaban sirviendo a sí mismos, sino que les servían a ustedes. Hablaban de las cosas que ahora les han anunciado los que les predicaron el *evangelio por medio del Espíritu Santo enviado del cielo. Aun los mismos ángeles anhelan contemplar esas cosas.
Está claro que los profetas del Antiguo Pacto profetizaban por el Espíritu de Cristo que estaba en ellos. (Esto no dice que eran nacidos de nuevo) Esto indica que la diferencia entre los profetas del Antiguo Pacto y la predicación del Nuevo Pacto es la diferencia entre el Espíritu de Cristo y el Espíritu Santo. El Evangelio, bajo el Nuevo Pacto, se predica por el Espíritu Santo que ha sido enviado desde el cielo con tal propósito. Por supuesto que Él vino por muchas más razones que eso!
Romanos 8:9-11 Sin embargo, ustedes no están en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en ustedes. Pero si alguien no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Él. (10) Y si Cristo está en ustedes, aunque el cuerpo esté muerto a causa del pecado, sin embargo, el espíritu está vivo (es vida) a causa de la justicia. (11) Pero si el Espíritu de Aquél que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en ustedes, el mismo que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de Su Espíritu que habita en ustedes.
Sabemos que fue el Espíritu Santo quien resucitó a Jesús de entre los muertos. Sin embargo, si aún no hemos recibido el Espíritu de Cristo (la Palabra de Dios, El Verbo) simplemente no somos de Él.
Hechos 16:7 Cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió.
Filipenses 1:19 Porque sé que esto resultará en mi liberación mediante las oraciones (las súplicas) de ustedes y la provisión del Espíritu de Jesucristo,
Jesús, porque él era el Hombre, tenía su propio Espíritu, que fue entregado a Dios en el Calvario.
Gálatas 4:6 Y porque ustedes son hijos, Dios ha enviado el Espíritu de Su Hijo a nuestros corazones, clamando: “¡Abba! ¡Padre!”
Todos los que han nacido de Dios han recibido el Espíritu de Cristo [La Palabra Viva de Dios]. Por eso, algunos ministros dicen que cuando eres “salvo” recibes el Espíritu Santo. Por supuesto, el Espíritu de Cristo no es un espíritu maligno sino un espíritu Santo, pero no es EL Espíritu Santo. El Espíritu de Cristo es dado para la salvación y el Espíritu Santo es dado para el ministerio. Jesucristo ministra al Espíritu Santo y EL Espíritu Santo ministra al Espíritu de Cristo.
Mat 3:11 Yo a la verdad os bautizo con agua para arrepentimiento, pero el que viene detrás de mí es más poderoso que yo, a quien no soy digno de quitarle las sandalias; Él os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.
Juan 20:21 Jesús entonces les dijo otra vez: Paz a vosotros; como el Padre me ha enviado, así también yo os envío. (22) Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo*: Recibid el Espíritu Santo.
El griego dice que Él sopló en ellos (como uno sopla en una flauta) y dijo recibid el Espíritu Santo. Esto fue inmediatamente después de la resurrección y fue el primer momento en que podían haber nacido de nuevo. Sopló en ellos el Espíritu de Cristo y nacieron de nuevo. Sin embargo, tuvieron que esperar otros 50 días antes de que pudieran recibir el Espíritu Santo y salir a predicar. ¿Por qué? Debido a que el evangelio del Reino se predica por el Espíritu Santo enviado del cielo.
Juan 14:23-24 Jesús le respondió: “Si alguien Me ama, guardará Mi palabra; y Mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada. (24) “El que no Me ama, no guarda Mis palabras; y la palabra que ustedes oyen no es Mía, sino del Padre que Me envió.
El Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo, el Único y Verdadero Dios, está dispuesto a hacer su morada con nosotros y en nosotros SI vivimos en obediencia a la Palabra de Dios y si amamos a Jesús y cumplimos su palabra. Mientras todo esto puede parecer increíble, es de esta manera que Dios obtendrá su Propósito Eterno a través del hombre y es a través del Cristo corporativo que Dios gobernará el mundo por venir! Dios ya ha revelado su propósito y ya ha sometido el mundo por venir al hombre. Estamos asumiendo que este Nuevo Hombre es el Cristo Corporativo.
Hebreos 2:3-10 ¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? La cual, después que fue anunciada primeramente por medio del Señor, nos fue confirmada por los que la oyeron. (4) Dios testificó junto con ellos, tanto por señales como por prodigios, y por diversos milagros y por dones repartidos del Espíritu Santo según Su propia voluntad. (5) Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando. (6) Pero uno ha testificado en un lugar de las Escrituras diciendo: “¿QUE ES EL HOMBRE PARA QUE TU TE ACUERDES DE EL, O EL HIJO DEL HOMBRE PARA QUE TE INTERESES EN EL? (7) LO HAS HECHO UN POCO INFERIOR A LOS ANGELES; LO HAS CORONADO DE GLORIA Y HONOR, Y LO HAS PUESTO SOBRE LAS OBRAS DE TUS MANOS; (8) TODO LO HAS SUJETADO BAJO SUS PIES.” Porque al sujetarlo todo a él, no dejó nada que no le sea sujeto. Pero ahora no vemos aún todas las cosas sujetas a él. (9) Pero vemos a Aquél que fue hecho un poco inferior a los ángeles, es decir, a Jesús, coronado de gloria y honor a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios probara la muerte por todos. (10) Porque convenía que Aquél para quien son todas las cosas y por quien son todas las cosas, llevando muchos hijos a la gloria, hiciera perfecto por medio de los padecimientos al autor de la salvación de ellos.
Si dejamos esta revelación de Cristo fuera de nuestro evangelio se pierde el propósito por el cual Dios restauró la tierra y la razón por la que Él va a crear un mundo completamente nuevo aún por venir llamado “EL TABERNÁCULO DE DIOS.”
Si eludimos esta comprensión vamos a ignorar por qué tenemos que crecer en TODAS las cosas hacia la CABEZA que es CRISTO, Cabeza y Cuerpo, EL NUEVO HOMBRE.
Efesios 2:15 aboliendo en su carne la enemistad, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un nuevo hombre, estableciendo así la paz,
Este mundo “por venir” se llama “EL TABERNÁCULO DE DIOS.”
Apocalipsis 21:1-3 Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe. (2) Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, preparada como una novia ataviada para su esposo. (3) Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: He aquí, el tabernáculo de Dios está entre los hombres, y El habitará entre ellos y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos.
El Mundo por venir es EL TABERNÁCULO DE DIOS y se compone de tres partes: La Nueva Tierra, El Cielo Nuevo y la Nueva Jerusalén. Todo creyente debe encajar en una de esas dimensiones. El nivel más bajo es el obtenido por el ladrón en la cruz que se encuentra en la Nueva Tierra o bajo el altar de bronce.
Apocalipsis 6:9-11 Cuando el Cordero abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido muertos a causa de la palabra de Dios y del testimonio que habían mantenido; (10) y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, oh Señor santo y verdadero, esperarás para juzgar y vengar nuestra sangre de los que moran en la tierra? (11) Y se les dio a cada uno una vestidura blanca; y se les dijo que descansaran un poco más de tiempo, hasta que se completara también el número de sus consiervos y de sus hermanos que habrían de ser muertos como ellos lo habían sido.
La cuestión NO es que vayamos al cielo, sino DONDE pasaremos la eternidad en el cielo. HAY realmente una razón para santificarse y consagrar su vida para hacer toda la voluntad de Dios. Todo Ministerio cristiano COMIENZA en el LUGAR SANTO! Corregir el error del Ministerio Carnal constituido en el ATRIO será largo y difícil.