#364 El Reino: Los Absolutos


Mateo 24:14] Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.


Mateo 21:43] Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él.


Mateo 16:28] De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que no hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.


Una de las grandes pérdidas que la iglesia ha experimentado desde el Pentecostés ha sido la pérdida del Reino. No que la iglesia haya perdido el Reino potencialmente, sino que después de haber perdido el Reino de manera práctica y el mensaje del Reino, perdió el Reino como una realidad presente. La iglesia ha perdido la esperanza, la anticipación y la experiencia del Reino en la vida diaria y práctica. También ha perdido la disciplina y el Gobierno del Reino como una experiencia personal.


Hechos 1:6] Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?


La iglesia ha cometido exactamente el mismo error que los discípulos cometieron. Ellos pensaron que el reino había sido asignado a Israel, y que éste sería un gobierno étnico, local, militar, político, social y terrenal y un reino como otros de este mundo.


Juan 18:36] Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos, pero mi reino no es de aquí.


Esta Palabra parece muy clara, directa y no muy difícil de entender, incluso por el hombre natural / carnal. El problema parece ser que algún teólogo hace tiempo ya buscaba las señales exteriores del Reino en esta tierra, y no halló ninguna. Estaba claro que el león no se echaba con el cordero y que los niños no jugaban con las serpientes. Por lo tanto, razonó que el Reino debió haber sido pospuesto para el milenio. Esto fue escrito en un comentario bíblico [Scofield] y desde aquella época los que leían el comentario suponían que el Reino fue pospuesto, así que cualquier enseñanza acerca del Reino como una realidad presente debía ser falsa doctrina.


Esto es lo que sucede cuando leemos lo que dice el hombre en vez de estudiar lo que Dios ha dicho. Ahora este desconocimiento acerca del Reino se ha extendido hacia gran parte de la iglesia. La influencia de unos cuantos hombres ha provocado que la iglesia pierda el Reino como una realidad presente. Sin embargo, Jesús dijo que el Reino sería dado a aquellos que “produjeran los frutos de él”.


Mateo 21:43] Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él.


El desconocimiento acerca de unos cuantos versículos ha afectado todo el sistema de la iglesia durante cientos de años.


Lucas 17:21] Ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros.


Durante esta etapa de la iglesia, el Reino es un REINO INTERIOR que funciona en la Nueva Vida Interior del Nuevo Hombre / Nueva Creación. Por lo tanto, si sólo buscamos un Reino exterior y visible, podríamos suponer que el Reino no vendrá hasta que Jesús regrese en forma visible. Para refutar esta extraña doctrina de que el mensaje del Reino hoy es una falsa doctrina, proveeré cierta información acerca del Reino que será clara para todo aquel que tenga ojos para ver y un corazón para entender. Sin embargo, no podemos convencer a alguien que se niega a ver la verdad acerca de la verdad. El Reino no es aún visible en la dimensión exterior, pero esto no quiere decir que el Reino no pueda funcionar en la Vida Interior de cualquier persona que lo reciba como un niño inocente y se someta a su gobierno y obedezca su Vida.


Jesús hizo alusión al Reino cerca de cien veces durante Su ministerio de tres años y medio. El Reino constituía Su mensaje central y lo que Él hacía en sanidad, liberación y milagros manifestó el Reino.


Lucas 11:20] Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros.


Lucas 4:43] Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del Reino de Dios; porque para esto he sido enviado.


Todo lo que Él predicó acerca de algún aspecto fue para revelar el Reino, ya fuera en un mensaje, por medio de la revelación o de Su persona. Cuando alguien veía a Jesús, veía la personificación del Reino en forma humana. Su ejemplo es nuestra propia esperanza de revelar el REINO INTERIOR por medio de manifestaciones exteriores, y a través de estas manifestaciones mostrar la “grandes obras” que Jesús dijo que serían asignadas a todos los que creyeran.


Juan 14:12] De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.


Dondequiera que estuviera Jesús, estaba el Reino. Tratar de predicar el Reino sin un gobierno del Reino válido que haga cambiar nuestra vida no constituye un ministerio válido de la próxima dimensión y NO se incluye en la dimensión del Nuevo Pacto. Es DESPUÉS que el Reino llega a ser realidad en nosotros que la Palabra del Reino puede ser liberada por medio de nosotros por el Espíritu y la Palabra.


El Reino estaba en Jesús. Por lo tanto, el Reino estaba “en el mundo” pero NO ERA de este mundo. El Reino no se puede apreciar en la dimensión exterior, sólo lo aprecian los que tengan ojos interiores que puedan ver su manifestación en esta dimensión exterior.


El Reino es en gran medida la mayor necesidad del hombre moderno en el mundo actualmente y, por lo tanto la mayor necesidad en la iglesia hoy. Ignorar este mensaje y su gobierno eterno como una realidad presente en nuestra vida interior tendrá consecuencias eternas. Es mejor escudriñar la verdad por uno mismo que rechazar el mensaje del Reino por causa de la opinión popular. Entonces, debemos rendir personalmente todo a esta verdad, la cual constituye el camino básico para la entrada a su realidad.


El hecho es que la vida interior fragmentada de los creyentes, las porciones no redimidas de su vida y las metas eternas del cristiano promedio sólo pueden cobrar total significado cuando exista el cumplimiento de la Vida y el Gobierno del Reino en el Hombre Interior. Es la revelación del Reino en el Hombre Interior la que da total significado al hecho de por qué estamos aquí y revela la sustancia del Propósito Eterno de Dios para el hombre.


Esta revelación del Reino sólo puede tener lugar en la Nueva Creación / el Hombre Interior. Por lo tanto, si la Nueva Creación / el Nuevo Hombre aún no se ha desarrollado y está en la etapa de bebé, la falta de revelación se puede comprender fácilmente. A menos que haya tenido lugar un nacimiento celestial, no se puede ver en esta dimensión porque NO existe un nuevo hombre interior con ojos espirituales que PUEDAN ver en esta dimensión. Desafortunadamente, muchos en el púlpito han descuidado el crecimiento y la madurez del Hombre Interior, y por lo tanto rechazan el Evangelio del Reino alegando que es muy difícil para el hombre natural / carnal.


Definitivamente no negamos que esto sea verdadero en la práctica, sin embargo, Dios nunca planeó que el hombre natural funcionara en el Reino porque éste es de otra dimensión superior.


Lo cierto es que una persona puede tener varios títulos y un doctorado en teología, y aún así puede ser “carnal” en el hombre interior. Podría no haber avanzado más en su vida espiritual que un nuevo creyente. Por lo tanto, un hombre natural con mucho conocimiento podría concluir fácilmente que el Reino no es para esta etapa de la iglesia sino para Israel durante el Reino milenial de Cristo en esta tierra. Debido a que ha obtenido cierta posición y títulos muchos podrían suponer que todo lo que dice es bíblicamente razonable.


Una vez que entendemos que el Reino es lo absoluto de Dios, por medio del cual todas las funciones en la iglesia cobran validez, el Reino se convierte en la meta definitiva mientras que la iglesia pasa a ser secundaria. La iglesia NO es absoluta, sino relativa y sólo tiene validez en la medida en que se relaciona con el Reino como lo absoluto de Dios. Hasta que la iglesia adquiera las características, la Vida del Rey y el orden Divino del Reino, se verá a sí misma como el elemento más importante.


Mateo 18:3] Y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.


Jesús fue muy audaz y dijo: “DEBEN nacer de Nuevo para VER el Reino”. Él hablaba directamente y decididamente, con una convicción eterna. Hoy en día esta forma de predicar no es muy popular. ¿Por qué? Porque se supone que nadie tenga conocimiento de estas cosas, así que la mayor parte de las predicaciones acerca de la eternidad se considera una especulación. Jesús habló con absoluta certeza. No se molestó en calificar sus declaraciones diciendo que podría ser de esta manera o de otra.


Debes nacer del agua y del Espíritu para entrar en el Reino. Podemos ver estas cosas como doctrinas de la iglesia y asociarlas con ciertas denominaciones. Jesús asoció directamente estas experiencias con el Reino de Dios. ¿Cuál es la diferencia?


Si asociamos estas experiencias con la iglesia, entonces ellas nos conectarán con la iglesia o con cierta iglesia. Esto sólo nos asocia con el nivel de la iglesia. Jesús dijo: “Deben convertirse y ser como niños” en su acercamiento hacia la dimensión del Reino. ¿Por qué? Porque todos comienzan con desconocimiento o inconscientes de esta próxima dimensión del Reino. Debemos “convertirnos” en esta dimensión.


Por lo tanto, convertirse en esta dimensión “no se relaciona con la iglesia”, sino solamente con el Reino. Esta “conversión” NO está condicionada por la doctrina o el sistema de creencia de alguna iglesia, sino que la suplanta. Toda “conversión” relacionada con la iglesia tiene ciertas limitaciones asociadas a ella o podríamos decir que es una “conversión limitada”. Con esta “conversión” podemos establecer cierta fecha y mirar hacia atrás con alguna finalidad.


Por otro lado, la “conversión” del Reino es ilimitada y se extiende hacia otras áreas y dimensiones hasta la salvación definitiva o la “conversión”. La “conversión en la iglesia” se convierte en un pobre sustituto para la realidad de la “conversión del Reino” que abre el camino hacia la dimensión del Reino. “Nacer” en la dimensión de cierta iglesia es un pobre sustituto de nacer en la dimensión del Reino. El primer nacimiento es temporal y terrenal, mas el otro es celestial y eterno. El “nacimiento en una iglesia” ensancha la visión y las metas de esa iglesia, pero la conversión del Reino ensancha la visión y las metas del Reino. Mientras que la “conversión en la iglesia” nos conecta con cierta iglesia, ésta experiencia completa puede ser totalmente irrelevante en el Reino. En una “conversión de la iglesia” estamos sujetos a la iglesia y sus sistemas de gobierno. Con la conversión del Reino estamos sujetos a las demandas, los requerimientos y los gobiernos del Reino. Los requerimientos de la iglesia son insignificantes y pueden ser irrelevantes en la eternidad.


Cuando la iglesia esté verdaderamente prosiguiendo su camino hacia el Reino, la mayoría de estos “sistemas eclesiásticos” llegan a ser irrelevantes. Sin embargo, cuando la iglesia prosiga su camino hacia el Reino, la iglesia llegará a ser importante y relevante con la importancia y la relevancia del Reino. La iglesia, al final, se hallará a sí misma cuando se pierda en la total importancia del Reino. Si se salva a sí misma, se perderá como una fuerza válida en la tierra.


El Reino no está verdaderamente ocupado con las cosas comunes que dividen las iglesias, las sociedades, la política, las culturas y los sistemas religiosos. ¿Por qué? Porque el Reino suplanta todas estas cosas y las eleva a una dimensión superior. No elimina estas cosas sino que las eleva a un nivel por encima de los sistemas presentes de esfuerzos humanos superficiales.


En la etapa actual, la iglesia se mueve de un relativismo a otro sin darse cuenta de que está vagando en este desierto del relativismo y que nunca se adentra en los absolutos del Reino de Dios. El relativismo presente llamado “apostólico” o “profético” es otro ejemplo. Estos títulos y posiciones sólo tienen validez en la medida en que se relacionan con el gobierno interior de Dios en cada persona. El “profeta” que no tiene vida interior o “no tiene ley en el hombre interior” no tiene un ministerio válido en el Reino, aun si alguien le ha dado ese nombre y esa posición.


La gran cantidad de títulos, posiciones, órdenes y grados enfatiza este punto del relativismo entre los hombres carnales / naturales buscando un orden de jerarquía. Ahora tenemos a los que se llaman a sí mismos “apóstoles” porque quieren diferenciarse o sobresalir entre los “creyentes” a los que ministran. [Llegan a ser sus benefactores]


Sin embargo, cuando los “apóstoles” se reúnen, de repente se vuelven iguales. El hombre natural / carnal no puede someterse a esa humillación, así que ahora deben existir distinciones entre los “apóstoles”. En esta situación deberían existir apóstoles 1 estrella, apóstoles 2 estrellas, así hasta llegar a los apóstoles 5 estrellas. Entre los “generales” todavía deberían existir los órdenes para distinguir entre las categorías de 1 estrella a 5 estrellas.


Mateo 23:8] Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. [9] Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. [10] Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. [11] El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. [12] Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido. [13] Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.


Denota falta de conocimiento separar estas afirmaciones de Jesús del “Orden Divino” que Él predicaba. Si parafraseáramos esto, podríamos decir: No se aferren a los títulos y las posiciones porque todas estas cosas son relativas y nos conectan sólo con cosas temporales de la tierra. Estas cosas carnales te apartarán de los absolutos del Reino. ¿Qué pasaría si logras todos los títulos y te exaltas sobre otros, y por causa de esto no entras en el Reino? Este es un serio error que puede afectar tu eternidad.


Mateo 23:13] Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.


Muchos hoy en día hacen de la experiencia del nuevo nacimiento el tema central en la iglesia. Llaman a esto salvación. Sin embargo, estas experiencias válidas del nuevo nacimiento, el bautismo en agua y recibir el bautismo del Espíritu Santo son reales, pero siguen siendo relativas hasta que nos guíen al Reino. Sólo tienen una validez genuina en la medida en que nos conectan con el Reino de Dios, el cual es el camino absoluto de Dios hacia Su propósito eterno.


Lucas 7:30] Mas los fariseos y los interpretes de la ley desecharon los designios de Dios respecto de sí mismos, no siendo bautizados por Juan.


Juan 3:3] Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.


Juan 3:5] Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.


Nacer de nuevo, bautizarse en agua y recibir el bautismo del Espíritu Santo son experiencias relativas y sólo son válidas CUANDO nos guían a la Dimensión del Reino.


El hombre parece estar mejor informado hoy en día que en cualquier otra época en la historia, pero aun ignora la única cosa que en verdad importa: el Reino de Dios. ¿Por qué? Porque es el Reino de Dios el que nos conecta con Dios y con Su Propósito Eterno. Por supuesto que la “salvación” nos conecta con el Reino de una forma indispensable. Muchas otras experiencias fundamentales nos relacionan con el Reino de Dios también. La experiencia del nuevo nacimiento nos acerca al Reino, pero al igual que Moisés, a quien se le permitió ascender al monte Nebo y VER Canaán, no se nos permite entrar aún.


Mientras que “nacer de nuevo” es absolutamente esencial para acercarse al Reino, nacer de nuevo NO es el tema central. El tema central es entrar al Reino, en la práctica. Madurar en el Reino llega a ser entonces otro tema. Sin embargo, centrarse en serios mensajes de la madurez relacionados con el Reino entre los creyentes que aun no están bajo el gobierno del Reino es una pérdida de tiempo. Instruir a los creyentes acerca del Orden Divino del Reino cuando todavía no se han rendido al Gobierno del Reino es popular, pero es una pérdida de tiempo. Es por esta razón que la ofrenda de consagración debe ser una realidad y una parte básica de nuestra preparación para el Gobierno del Reino. Los que temen a la entrega total para HACER la voluntad de Dios no son candidatos para el Gobierno del Reino de Dios.


Debido a que el Reino de Dios ha sido establecido en la escritura como el tema central y el centro de atención del propio ministerio de Jesús, podríamos preguntarnos por qué la iglesia ha confundido su único y fundamental mensaje. La iglesia se ha centrado en otras cosas EXCEPTO el Reino.


La iglesia parece estar a “media luz” o en crepúsculo. Obviamente está entre dos reinos: el Reino de la Luz y el reino de las tinieblas. Por lo tanto, está a media luz y a media oscuridad. Parece obvio que el Reino NO es revelado a media luz. Cambiar de un reino a otro es de primordial importancia si esperamos convertirnos en ministros de la LUZ. Nos costaría trabajo escuchar a alguien que declare que es un ministro a “media luz”. Ignoraríamos a alguien que alegue que fue un ministro de un Nuevo Pacto confuso.


El Reino de Dios es el absoluto por el que vale la pena vivir o morir. El Reino NO está orientado hacia el éxito, sino hacia el carácter. Algunas de las personas más exitosas en el mundo son las más infelices y aburridas que existen. Muchos son infelices y muestran su frustración en su vida privada y en televisión. Sin embargo, descubrimos la misma actitud en el sistema de la iglesia, incluso si ésta no se hace pública.


¿Por qué éste es un tema tan importante para nosotros los que estamos en transición? Juan, Pablo y el escritor del Libro de los Hebreos dicen, de una forma u otra que Dios hizo “TODAS LAS COSAS” por medio de Cristo y todo fue creado por Él y “PARA ÉL”. Dicen que Dios creó TODO y sin Él no existiera nada de lo que fue creado.


Además de esto, está claro en la escritura que nuestro destino eterno ya está predestinado por Dios, establecido y puesto en piedras por El que hizo todas las cosas para sí mismo. Esto es no negociable. Esto fue establecido antes de que el mundo fuera restaurado. Ahora Dios obra en nosotros para prepararnos para nuestro destino eterno que ha escogido previamente para nosotros.


Pero, ¿qué pasaría si escojo otro destino? No existen otras opciones excepto perder nuestro destino eterno completamente. La base de hacer nuestra ofrenda de consagración es reconocer quién es Dios y rendir todo nuestro ser a Su elección para nosotros.


Es ENTONCES que Dios comienza a obrar en nosotros tanto para hacer su voluntad como para hacer las cosas que le agradan, y desarrollar nuestra vida interior de forma tal que cumplamos su destino eterno en Cristo.


Como TODAS LAS COSAS fueron creadas por Él y PARA ÉL, es cierto que “todas las cosas” marchan bien para acercarnos al fin predestinado por Dios.


Romanos 8:28] Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. [29] Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. [30] Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.


Indudablemente, los que escogen establecer sus propios planes y su propio destino, son los más grandes tontos. ¿Por qué? Porque no conocen a Dios ni comprenden Su propósito para la humanidad. El Dios Inmutable establece un Reino inmutable para gobernar y establecer Su propósito inmutable.


inmutable > adjetivo que no cambia


Por tanto, la primera prioridad es ajustar nuestras metas y pensamientos al destino eterno de Dios que Él ha predestinado para nosotros. Efesios 1:4] Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, [5] en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.


Efesios 1:11] En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, [12] a fin de que seamos para alabanza de su Gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.


Primera Revelación: Todo está diseñado para funcionar de la forma predestinada por Dios y diseñado para FRACASAR de cualquier otra forma.


Segunda Revelación: El destino eterno de Dios está conformado en el ADN y las CÉLULAS de todo lo que Él ha creado, y Él ha creado todo lo que ha sido creado.


Tercera Revelación: Cuando proseguimos hacia el destino eterno de Dios, todo funciona bien en nosotros.


Cuarta Revelación: Cuando proseguimos hacia cualquier otro destino, estamos luchando contra nuestro ADN y contra la creación.


Quinta Revelación: El Destino Cristiano es el ÚNICO destino lógico a elegir porque es idéntico al destino del Reino.


Sexta Revelación: Ningún otro destino es aceptable para Dios excepto el que ha sido establecido por Su Soberanía.


Séptima Revelación: Estamos predestinados para ser conformados a la imagen de Jesús.


Estas pequeñas cosas llegan a ser la comprensión absoluta para la mayor parte de la enseñanza del Reino. El Reino ES el absoluto de Dios.


absoluto > adjetivo 1 que no puede modificarse o reducirse, total. 2 que tiene poder ilimitado. 3 sin mezcla. 4 algo que no es relativo o comparativo: absoluto en sus principios. 5 independiente. 6 que se visualiza sin relación con otras cosas. 7 que no se afecta por otras cosas.


Algunas veces cometemos el error de comparar el Reino de Dios con algún reino terrenal, pero no hay NADA en la tierra similar al Reino de Dios. No se conecta con NADA y NADA puede ser comparado con él. ¿Por qué? Porque el Reino de Dios es absoluto y totalmente excepcional en sí mismo y diferente a todo en la tierra. Todo lo que fue creado es relevante dentro del contexto del Reino e irrelevante fuera del Reino. Todo fue hecho POR ÉL y PARA ÉL, por tanto, todo fue creado PARA el Reino.


Escuchamos más y más mensajes acerca del Reino, pero muchos se basan en algún tipo de idealismo que contiene más discurso excesivo que realismo. Esto sucede probablemente porque nadie quiere ofender al creyente con un absoluto. Por tanto, éste se presenta como un idealismo más que como realismo absoluto. Un Reino que es “doctrinal” no es ofensivo. La ofensa se produce cuando el Reino es compartido como una experiencia interior real. El Reino de Dios hecho carne en nosotros ofende a muchos creyentes de la misma forma en que la Palabra hecha carne en nosotros, en la práctica ofende al creyente. Es el “Reino interior” el que cambia al hombre de lo que es a lo que debe llegar a ser para heredar el Reino. Es causa y efecto.


Las demandas de Mateo 5, 6 y 7 parecen un idealismo imposible para todos los que distinguen al cristianismo sólo por las cosas exteriores. Sin embargo, para el hombre interior el Reino es realismo definitivo. Escuchamos a los que predican el mensaje del Reino, el cual implica un código moral superior, una vida superior y demandas superiores a la Ley del Antiguo Pacto. Esto pone demandas imposibles en el hombre natural y garantiza su frustración y fracaso.


El Reino DEBE comenzar con un hombre interior radicalmente cambiado, quien está moralmente y espiritualmente capacitado para vivir una VIDA superior a causa de la Vida Superior que está en él. Tratar de vivir la Vida superior del Reino por medio de nuestra vida natural pasada [psuche] repite la frustración de Romanos 7. Puede ser que quieras, pero no puedes.


Dios nos ha predestinado para que seamos conformados a la imagen de Jesucristo. Sin el progreso hacia la perfección por medio de un cambio radical en el hombre interior [una verdadera transformación], las demandas del Reino llegan a ser un idealismo imposible {no realista} que el hombre natural no está preparado para adquirir.


Cuando se predica en la iglesia que el pecado es “normal” y el perdón constante es la norma, y que una “iglesia totalmente confundida” aún así irá al cielo porque Dios nos ama a todos, se pierde el sentido de las demandas presentadas por el Reino. El pecado en la iglesia NO es normal. De lo contrario, podríamos decir: “Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde”. Mientras que el pecado es la única posibilidad en la vieja creación, éste DEBE ser vencido por la Nueva Creación. Los creyentes de la vieja creación, quienes aún están confundidos pueden ser candidatos para el Reino de Dios. Sin embargo, el Reino DEMANDA una conversión hacia una dimensión de Vida superior. Los que creen que el ladrón en la cruz está sentado en el Reino están creyendo una fantasía. Él es un ladrón perdonado, pero no transformado.


Muchas personas actualmente son “desafiadas” por la enseñanza del Reino, pero no lo suficiente para ser transformados por el Reino en sí. Son “desafiadas”, pero no lo suficiente para edificar sus vidas en el Reino o para vivir bajo Su Gobierno.


Los egoístas y egocentristas en la iglesia se convierten en parásitos y absorben la vida de la iglesia. Quieren que todo se centre en ellos y en sus ideas. Aún tienen muchas áreas no redimidas en sus vidas, pero hacen “suficientes cosas buenas” en el sistema de la iglesia para ocultar la verdadera maldad en sus corazones. Aman el mensaje de que TODO el pueblo de Dios está “confundido”, pero Dios lo ama de la forma que es. ¿Por qué? Porque este mensaje no demanda un cambio en el hombre exterior o en el hombre interior. Ellos necesitan que se le diga la verdad: que están viviendo en CONTRA de su meta predestinada y contra el designio creado por Dios que está presente en el ADN y en las CELÚLAS de todo lo que creó.


El hecho inquietante es que Dios pone a estas personas en la iglesia para revelar áreas en nuestra vida que aún no han sido redimidas. Son verdaderamente las personas altruistas, honestas, puras y santificadas en la iglesia las que se aferran y se dirigen hacia el propósito de Dios.


Si el pecado fuera natural / normal en la iglesia, ¿por qué aún así éste produce muerte? Si el “pueblo confundido” en la iglesia absorbe la Vida de ésta y pervierte el propósito de Dios para la iglesia de ser santa, irreprensible, sin mancha y sin arruga, ¿por qué pensaríamos que es normal? El pecado, el fracaso y la carnalidad están contra nuestro designio creado para cumplir el propósito eterno de Dios. Nuestro “nuevo hombre interior” ha sido estructurado para vivir a la manera del Reino. Esto es, con la creación y no contra ella. Todo lo bueno en el mundo está a favor de la vida y todo lo malo está a favor de la muerte. Sin embargo, todo lo bueno que hacemos no puede darnos la Vida que necesitamos para cumplir el propósito de Dios y traer regocijo a Su corazón.


Cada exigencia o restricción en el Reino están diseñadas para revelar un defecto en nosotros o para librarnos de algo que impida que triunfemos en el Reino. El Reino nos librará tarde o temprano de lo parcial, de manera que podamos proseguir hacia la plenitud. Las Leyes del Reino y el Orden Divino nos impedirán seguir en una sola dirección, para que podamos avanzar en la dirección eterna. Las Leyes del Reino son la libertad definitiva de la carnalidad común que se aprecia universalmente.


Es mi opinión que la iglesia se hizo irrelevante cuando perdió la relevancia del Reino como una experiencia personal. Cuando la iglesia se puso a sí misma en el centro, perdió su posición en el Gobierno del Reino de Dios. Cuando la iglesia estableció sus propias leyes, su propio orden, sus propios líderes y programas, perdió el Orden Divino y se hizo irrelevante. Para recobrar la relevancia, debe subordinarse a la relevancia absoluta y el orden del Gobierno del Reino de Dios. La iglesia debe recobrar la Vida, el propósito, la obediencia, el orden y la actitud del Gobierno de Dios.


Parece que la iglesia perdió gradualmente la prioridad del Reino, y debe recobrar gradualmente la prioridad de esta experiencia en el Orden Divino.


Marcos 4:26] Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; [27] y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo. [28] Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno de espiga; [29] y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado.


El Reino se manifiesta “gradualmente”, DESPUÉS que la semilla cae en buena tierra. Primero la hierba, luego la espiga, luego el grano lleno de espiga y luego la siega. Parece obvio que la cosecha no está diseñada para la hierba o la espiga. También parece obvio que si NO sembramos la SEMILLA DEL REINO, NO habrá cosecha del Reino.


Marcos 4:30] Decía también: ¿A qué haremos semejante el reino de Dios o con qué parábola lo compararemos? [31] Es como el grano de mostaza, que cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra; [32] pero después de sembrado, crece, y se hace la mayor de todas las hortalizas, y echa grandes ramas, de tal manera QUE LAS AVES DEL CIELO pueden MORAR BAJO SU SOMBRA.


Esperar a que el árbol del Reino crezca a plenitud es la parte más difícil del Evangelio del Reino. Podemos pasar la vida entera esperando y ver muy poco crecimiento. La fe del Reino es esencial para continuar pacientemente en este evangelio. Los que sólo quieren ver resultados rápidos crearán un evangelio diferente que edifica con madera, heno y paja. Edificar con el material del Reino: plata, oro y piedras preciosas es mucho más costoso, y sin dudas demasiado lento para los impacientes. La ineficacia del evangelio de “repite estas palabras después de mí” es raramente reconocida fuera de los absolutos del Reino. Este evangelio superficial e irrelevante sólo ha producido una iglesia superficial e irrelevante que es “indiferente” y destinada a ser vomitada de Su cuerpo.


Es el Reino, por sí solo, el que constituye el orden divino de Dios y NUNCA puede ser sustituido por ningún orden eclesiástico o cualquier otro orden humano e ineficaz diseñado por el hombre. Si realmente esperamos ver que este “Orden Divino” se manifieste en la tierra, podríamos identificarlo como “la plenitud de Cristo manifestada”. Él vivió y manifestó el Reino como una realidad encarnada. El Reino en la tierra está designado para ser un “clon” del Reino en el cielo. Cualquier modificación de este plan no está autorizada. Mi teoría es esta: si el Reino es una realidad presente DENTRO DE NOSOTROS puede ser manifestado POR NOSOTROS. Si no puede ser manifestado en la tierra, entonces es sólo otra doctrina que puede ser enseñada, pero no una realidad que puede ser vivida y confirmada.


Lo que hace que el cielo sea cielo es el cristianismo vivido, manifestado y confirmado. Para la iglesia, alcanzar Su medida, Su estatura, Su plenitud y ser sin mancha y sin arruga es llegar a ser “como CRISTO”. El infierno es lo opuesto a la medida del Reino.


Llegar a la “Perfección” es igual a crecer hasta la “estatura de Cristo”. Mientras que esto es solamente otra doctrina en la iglesia y puede ser aceptada como verdadera bíblicamente, podría no ser verdadera en nosotros o incluso ser aceptada como una posibilidad. Mi teoría es esta: fuera del Gobierno del Reino de Dios como una realidad presente, la Perfección Cristiana sólo puede ser apreciada como un idealismo futuro y no como una posibilidad presente. ES el Reino Interior el que hace que "prosigamos hacia la estatura de Cristo".


Proseguir nuestro camino hacia el Reino no se trata solamente de que nuestras necesidades físicas puedan ser satisfechas en esta vida, sino que nuestras "necesidades eternas" puedan ser satisfechas para los absolutos de la eternidad. Los que se ven a sí mismos como "insignificantes en esta vida" pronto pueden llegar a ser "importantes" con la importancia interior del Reino de Dios como una realidad presente.


Algunas personas que nunca serán importantes en este mundo, pueden hallar importancia eterna cuando Dios dice: "Este es mi siervo bueno y fiel". Ahora adéntrate en todo para lo cual has sido desarrollado y preparado. Ahora siéntate EN mi trono. ¡Esta es la IMPORTANCIA VERDADERA!