# 331 Reino: Múltiples Vestiduras del Sacerdote


Mateo 6:32] “Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. [33] Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.


Buscar el Reino pero ignorar o no buscar Su Justicia es un error común. Muchos citan este versículo sin entender lo que significa Su Justicia. El propósito de este estudio es ensanchar nuestro entendimiento acerca de la “justicia de Dios”. En el estudio anterior analizamos lo justo de Cristo y “Cristo nuestra Justicia”. Repasaremos estos hechos rápidamente.


Efesios 1:5] en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, [6] para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado.


“EN CRISTO”, EN EL AMADO, EN ÉL es un término que se usa una y otra vez en las Escrituras. Esto indica nuestra posición ante el Padre. Si NO estamos “EN CRISTO” no somos “salvos”. Nuestra “salvación” está en Cristo. De hecho, toda bendición espiritual es nuestra “en Cristo”. Aun si hemos dicho ciertas palabras, no podemos ser salvos excepto “en Cristo”.


Vimos en el estudio anterior que Cristo Jesús ES nuestra justicia. Fuera de Cristo NO tenemos JUSTICIA y estamos muertos en nuestras transgresiones y pecados. Por supuesto, Cristo también debe ser nuestra “Vida”, nuestra Verdad, nuestra santificación Y nuestra redención. Nuestra ÚNICA recomendación ante Dios debe estar “en Cristo”. Acercarnos a Dios fuera de Cristo es algo muy peligroso. Acercarnos a la Vida y el Ministerio del Lugar Santo en otra justicia fabricada o en seudo “vestiduras” (falsas vestiduras) significará muerte espiritual. Es por esta razón que debemos estar muy claros acerca de estar “en Cristo”, que ES nuestra única “Vestidura” aceptable ante Dios para sus sacerdotes.


Estas verdades son tan simples y tan básicas para la “salvación” y la Vida Cristiana que nos preguntamos por qué no se han enseñado estas cosas claramente. He descubierto que muy pocos cristianos entienden verdaderamente CÓMO o POR QUÉ son aceptados por Dios “EN EL AMADO”. Por supuesto, si debemos preparar a los “creyentes” para vivir en la Tierra Nueva, predicar el “perdón de pecados” puede estar bien. Sin embargo, cuando estudiamos TODO LOS versículos que tratan acerca de estar “en Cristo” parece algo peligroso detenerse en el perdón de los pecados y ni siquiera enseñar la “Justicia de Dios”.


Romanos 1:16] Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. [17] Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: “MAS EL JUSTO POR LA FE VIVIRÁ”.


Romanos 3:5] Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos?


Romanos 3:21] Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; [22] la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, [23] por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, [24] siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, [25] a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados.


Romanos 10:3] Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios.


2 Corintios 5:21] Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.


Santiago 1:19] Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; [20] porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. [21] Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.


La “Justicia de Dios” habla de la propia Justicia de Dios. Define Su persona, Sus acciones, Sus actitudes, Su propósito, Su respuesta y TODO lo que hace ante los hombres y los ángeles. Si la “ira del hombre” no obra la “Justicia de Dios”, debemos preguntar entonces qué es lo que obra la “Justicia de Dios”. Esta pregunta podría ser insignificante para aclarar este asunto, pero necesitamos comenzar en algún lugar.


Hemos afirmado que nuestra ÚNICA justicia ante Dios ES CRISTO. Cristo Jesús ha establecido Su propia Justicia Experimentada ante Dios. La “Justicia de Dios” es la propia justicia de Dios y refleja la manera en que actúa. Como Dios ES Justo, siempre actúa de una manera Justa. Podríamos decir que “Dios es Justo de una manera práctica”. Si “alcanzamos la Justicia de Dios” esto quiere decir que desarrollamos un grado de justicia práctica. Esto quiere decir que actuamos de una manera justa.


Esto nunca querrá decir que podemos alcanzar la “Justicia de Cristo” y luego estar ante la Presencia de Dios en nuestra propia justicia. Esto nunca puede suceder. La única posibilidad para nosotros de estar en la Santa Presencia de Dios será “en Cristo” y Su justicia. ÉL exclusivamente debe llegar a ser nuestras Vestiduras para estar ante Dios, ministrarle y quemar incienso.


Sin embargo, existe otro tipo de vestiduras en las Escrituras que es muy importante.


Mateo 22:11] Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda. [12] Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció.


Parece que para ser invitado a la fiesta de bodas todos debían usar vestiduras o ropas apropiadas para la ocasión. No estoy seguro de que esto signifique estar en la justicia de Cristo o si indica un grado de justicia práctica. Puesto que los santos del Antiguo Testamento estarán allí también, como invitados, podríamos asumir que habían alcanzado “la Justicia de Dios”.


Romanos 10:2] Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia. [3] Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios; [4] porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.


Esto habla acerca de Israel, que ignoraba la justicia de Dios así que trató de establecer su propia justicia y fue rechazado por Dios. A pesar de esto, deben haber existido algunos que reconocieron la Justicia de Dios y se sometieron a ella porque vemos a los santos del Antiguo Testamento en la fiesta de bodas.


La próxima vestidura que nos concierne es la “vestidura de la novia” porque esta parece ser única y exclusiva. Mientras que habrá multitudes que ningún hombre puede enumerar en la fiesta de bodas como invitados, sólo existirá una novia.


Apocalipsis 19:6] “Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! [7] Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. [8] Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. [9] Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios”


Estas multitudes se regocijan, están alegres y dan gloria a Dios porque al fin la boda del Cordero ha llegado. Con Él está Su novia que se ha preparado para este día sin igual entre todos los demás días especiales desde la creación en Génesis 1. Todos los invitados son grandemente bendecidos por estar en esta ocasión tan gloriosa conocida como la “cena de las bodas del Cordero”.


Entre todas estas multitudes de redimidos, la novia sobresale por su vestidura que es de lino fino, limpio y resplandeciente. La “vestidura de lino fino” se identifica con las “acciones justas de los santos”. Otra traducción dice “la justicia de los santos”. Lo que entiendo de esta palabra es que la novia ha obtenido una justicia experimentada además de la “justicia de Cristo”. No sólo puede hallarse en el Lugar Santo como la novia del Cordero porque se halla en “Su Justicia” sino que también ha llevado a cabo acciones justas. Sus acciones justas nunca la recomendarán ante Dios, para estar en Su Presencia pero sí le proporcionan su vestidura para la boda. Ella se halla en una gloria mayor, como la esposa del Cordero que todas las demás multitudes, sobre las multitudes que son invitados. Se asume que todas estas multitudes de invitados tienen puestas “vestiduras para la boda”, pero que no son las vestiduras de la novia o lo que llamaríamos la “vestidura nupcial”.


Como Su esposa, los dos se convierten en uno. Él es la Cabeza para siempre y ella es Su Cuerpo para siempre. Tanto la Cabeza como el Cuerpo poseen la misma vestidura, pero la Novia NUNCA SERÁ LA VESTIDURA CORPORATIVA. Su justicia siempre será Su vestidura y Él siempre será la vestidura de la Novia. Ella dice estar “en Cristo”. La pieza de lino fino será sus acciones de justicia que la distinguen [identifican] del esto de las personas que son salvas.


La palabra “justo” se usa 282 veces en las Escrituras. La palabra “justicia” se usa 296 veces en las Escrituras. Esto es obviamente un tema vasto que incluye mucho más de lo que se puede ver en este pequeño estudio. Sin embargo, algunos hombres se han declarado “justos” por sus acciones y comportamiento antes de que conocieran al Señor.


Hechos 10:22] “Ellos dijeron: Cornelio el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y que tiene buen testimonio en toda la nación de los judíos, ha recibido instrucciones de un santo ángel, de hacerte venir a su casa para oír tus palabras”.


Hechos 10:1] Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana, [2] piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre.


A pesar de esto, este grado de justicia no será suficiente para salvar a nadie. Sin embargo, está claro que Dios estaba consciente de las obras justas de Cornelio y envió a Pedro para que le mostrara el camino a la vida que está en Cristo Jesús.


La palabra griega que se usa en Apocalipsis 19:8 y que se traduce como “las acciones justas de los santos” es “dikaioma”. Parece ser la única vez que se usa esta palabra. El diccionario Vine dice que significa “la expresión concreta de la justicia”. El diccionario Strong dice que significa “acciones de justicia”. Así es como llegamos al término “justicia experimentada”. También podríamos decir “justicia manifiesta”. O quizás la “justicia que puede ser vista por otros”.


El diccionario Vine dice que “la Justicia de Dios” significa “su fidelidad o veracidad que es compatible con su propia naturaleza y promesas”. La Justicia de Dios está ligada a Su carácter, de forma tal que no puede actuar de una manera incompatible con Su carácter. El Calvario es compatible con Su Justicia. Sin embargo, no lo parece, porque Dios condenó a Su propio Hijo a la muerte aunque en Él no había pecado y era totalmente inocente. Esto muestra la propia “justicia” de Dios porque revela la total intolerancia de Dios ante el pecado y Su condenación al pecado por medio del sacrificio de Su Hijo, para la remisión del pecado. Esto también muestra la inmutabilidad de Su propósito eterno, el cual se propuso antes de la fundación del mundo.


Dios estima nuestra justicia hacia los hombres como algo diferente a nuestra justicia para estar ante Él. Las acciones justas hacia los hombres se consideran “justas” a la vista de Dios. Sin embargo, la única justicia que Dios reconoce que puede estar en Su Santa Presencia es “la Justicia de Cristo”. Si estamos EN Él estamos seguros. Dios ve nuestras obras justas hacia los hombres, pero esto no nos puede recomendar para estar en Su Presencia.


Abraham creyó en Dios y esto le fue contado por justicia. Se asume que la “fe” era aceptada por Dios en lugar de la justicia. En otras palabras, algunos creen que no importa lo que hagan mientras tengan fe, porque la fe cubre la maldad.


El Diccionario Vine dice que esta palabra “dikaiosune” significa lo que es justo o conforme a la voluntad de Dios. Aquello que ha sido establecido por Dios para que los hombres obedezcan. La “fe” no produce una cubierta para la desobediencia. Aun cuando la “fe” sea “imputada” como justicia esto no significa que la “justicia” sea imputada al creyente. Según Vine, la fe es imputada con una visión a la justicia. La “fe” no funciona hasta que se experimenta la justicia “en Cristo”. La fe produce justicia en nuestras vidas, lo que significa que estamos viviendo conforme a Su voluntad. Abraham obedeció a Dios por fe hasta que hizo la voluntad de Dios. Esta le fue contada como justicia. Una lectura superficial de estos versículos ha hecho que muchos se pierdan creyendo que alguna fe abstracta les ha sido contada como justicia mientras que ignoran la voluntad de Dios para sus vidas.


Tito 3:4] Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, [5] nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, [6] el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, [7] para que justificados por gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.


Como Dios ES justo, Él no puede hacer nada injusto. Él no puede ser honestamente acusado de ser injusto. Sin embargo, en Su justicia Él debe cumplir Su propósito eterno. Por esa razón debe redimir al hombre completamente y debidamente de la muerte, el pecado y todos los demás efectos de la caída. Por lo tanto, nos salva por Su justicia. Jesucristo, el Hijo de Dios murió en el Calvario por la Justicia de Dios. En otras palabras, esta era la única forma en la que Dios podía redimir al hombre para cumplir su propósito eterno y no ser acusado por nadie o por algún ángel de ser injusto.


Somos salvos para manifestar la justicia de Dios. Esta es diferente a la justicia de Cristo, que habla de la justicia personal de Cristo para completar el plan de redención de Dios y hacer la voluntad de Dios. Por la redención, que es a través de la fe en la sangre de Jesús, toda boca se cierra para siempre. ¿Por qué? Por la justicia de Dios, Él no podía proveer redención para el hombre de una forma engañosa. Por la justicia de Dios, el precio completo debe ser pagado por el pecado del hombre, su iniquidad y para restaurar al hombre de los efectos de la caída. ¿Por qué? Por la Justicia de Dios, Él debe restaurar al hombre hasta un lugar donde pueda cumplir el propósito para el cual fue creado en Génesis 1 y 2. Podríamos decir que por la Justicia de Dios y la Justicia de Cristo tenemos una visión más clara de Apocalipsis 21 y 22.


Ni la Revelación de Dios ni la Revelación de Cristo Jesús puede ser completa sin la total comprensión de la “justicia de Dios” y “la justicia de Cristo”. Esto es fundamental para comprender cómo podemos estar ante Dios en Cristo y en Su Justicia. Una pseudo justicia (falsa justicia) es algo peligroso para acercarse a la Presencia de Dios. Una “justicia religiosa” es más peligrosa porque puede dar un sentido falso de seguridad cuando en realidad no existe.


Una comprensión total de “Cristo, quien ha sido hecho nuestra justicia” es esencial para esta próxima restauración, que confiadamente nos llevará a la Vida y el Ministerio del Lugar Santo. Cristo mismo, quien es Nuestra Vida es también nuestra Sabiduría de Dios, nuestra Justicia, nuestra Santificación y nuestra Redención.


Una parte necesaria de nuestra Ofrenda de Consagración no es solamente una entrega total a Dios y Su voluntad y propósito, sino que como resultado de nuestra consagración recibimos a Cristo como todas estas cosas en nosotros. Él no nos da estas cosas sino que se convierte en estos atributos en nosotros.


Por ejemplo, cuando leemos las demandas del Reino en Mateo 5, 6 y 7 inmediatamente nos damos cuenta de que nuestra vida no es suficiente para vivir de esa manera. Sin embargo, nos damos cuenta de que cuando lleguemos a ser una persona del Reino podremos vivir de acuerdo a estas normas eternas. A pesar de eso, esto no nos ayuda cuando somos confrontados con esta Verdad del Reino. Si reconocemos que nuestra vida natural presente no es suficiente para vivir de esa manera, debemos renunciar o averiguar cuál es la provisión de Dios para que vivamos de esa manera.


Como nuestra vida natural (psuche) es demasiado poderosa e indisciplinada para vivir de esa manera debemos “tomar a Cristo para que sea nuestra vida”. Si “ya no vivimos nosotros” y si Cristo vive Su Vida en nosotros y a través de nosotros, las demandas del Reino no se satisfacen con nuestra vida, sino con la Suya. Esta es la clave para la próxima dimensión de la Vida en el Reino y nuestra función como sacerdotes. Los “sacerdotes según el orden de Melquisedec”, quienes son Su Cuerpo deben vivir Su Vida. Ellos deben estar ante Dios en Su Justicia y tomarlo como su Sabiduría, su Santificación Y su Redención.


Cada “miembro” que vive su propia vida, su propia voluntad, a su manera, con sus propias metas sería un desastre total. La consagración, entonces, debe ser una entrega total de todo, incluso nuestra propia vida, para llegar a ser un “miembro” de Su Cuerpo. Como miembro de Su Cuerpo, Él es hecho todas las cosas para nosotros. “En Él” poseemos todo lo que necesitamos para satisfacer las demandas del Reino.


Suponer que Su cuerpo es una entidad separada de la Cabeza es ignorancia. Suponer que cada miembro debe vivir su propia vida es ignorancia. Suponer que cada uno de nosotros puede estar ante Dios en su propia justicia, que adquirimos por creer algo acerca de Jesús es ignorancia.


Sin embargo, si a través de la consagración total, ya no vivimos sino que Cristo vive en nosotros, la Vida del Reino con sus demandas serán normales. La verdadera persona del Reino podrá vivir según Mateo 5, 6 y 7 porque Cristo Jesús vive Su vida en ella.